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Espectáculos

Vientres de alquiler, una fábrica de sueños

En Ucrania es una industria

  • Debido al cierre de fronteras muchos bebés no han sido recogidos por sus padres.

  • Gracias a los vientres de alquiler miles de mujeres han realizado el sueño de ser madres.

  • Esta industria empezó en el 2000, tomando auge tras la prohibición de la gestación subrogada para extranjeros en India y Tailandia.

  • Las mujeres que prestan su vientre lo hacen por dinero, pero en ocasiones con el propósito de ayudar a otras a ser madres.

Kiev. (AFP)- La argentina Andrea Viez llora de alegría: tras nueve años de fracasos y esperanzas, por fin sostiene a su hijo en brazos, nacido por gestación subrogada en Ucrania. Un sueño tras el que se esconde una industria turbia y próspera.
La pandemia del nuevo coronavirus ha centrado las miradas en este sector en pleno crecimiento en Ucrania, uno de los países que autorizan la gestación subrogada comercial para extranjeros.
A finales de abril una gran clínica de Kiev llamó la atención sobre el asunto al publicar un video de decenas de bebés nacidos de vientres de alquiler cuyos padres no podían recuperar, debido al cierre de fronteras.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo, reforzando el interés internacional por la gestación subrogada en este país, uno de los más pobres de Europa, y con precios interesantes, unos €37.000 (unos $41.500) por gestación, dice a la AFP Serguii Antonov, jefe de un bufete especializado.

CAOS TOTAL

Iniciada en Ucrania a principios de la década de 2000, esta industria empezó a crecer exponencialmente hace cinco años tras la prohibición de la gestación subrogada comercial para extranjeros en India y Tailandia.
No hay estadísticas públicas, pero según estimaciones, entre 2.500 y 3.000 bebés nacen cada año en Ucrania para clientes extranjeros. Más de un tercio son chinos.
Oficialmente solo las parejas heterosexuales casadas reconocidas como infértiles se pueden beneficiar. Pero la ausencia de legislación precisa deja en realidad la puerta abierta a todos o casi todos, mientras que las madres de alquiler pueden ser víctimas de abusos, según Maryna Leguenka, de la oenegé La Strada Ukraine, que concede ayuda psicológica, jurídica y médica a las mujeres.
"A menudo" las ucranianas tienen problemas para que les den el dinero prometido, dice a la AFP Olga Korsounova. A los 27 años está en su tercer embarazo subrogado, de los que uno fracasó.
La mayoría de las mujeres, pagadas en negro, esconden sus actividades a su entorno y los "intermediarios deshonestos" aprovechan para "manipularlas" y acaparar gran parte de la remuneración o la compensación prevista en caso de complicaciones médicas, explica Korsounova.
A medida que se acerca el parto, las madres deben viajar a Kiev, donde son alojadas a veces en condiciones insalubres, dice el abogado Serguii Antonov.
Algunos padres biológicos son también víctimas de estafa financiera. Algunos incluso descubren que sus hijos no tienen vínculo genético con ellos, según Antonov. "Es el caos total", resume.

TIENDAS DE BEBÉS

"Mujeres poco escrupulosas no toman los medicamentos prescritos, fuman o toman alcohol", dice una Olga, de 26 años.
En esta imprecisión legal la policía sospecha que algunas clínicas utilizan la gestación subrogada para encubrir la venta de menores. En abril la policía anunció que desmanteló en Kiev un grupo criminal que traficó unos 150 bebés.
"Ucrania es una tienda de bebés en línea", dijo recientemente Mykola Kuleba, representante de la Presidencia para los derechos de los menores, quien denunció la "explotación" de las ucranianas y pidió que se prohíba esta práctica.
"No es explotación, nadie nos obliga", pero "vendemos una parte de nuestra salud" para "escapar a la miseria", agrega Korsounova.
Soñaba con convertirse en ginecóloga, pero empezó esta actividad en 2014, cuando la guerra en el este de Ucrania la expulsó de su domicilio y no tenía medios para mantener a su hijo.
Cada embarazo le da €350 mensuales y una remuneración final de más de €13.300 después de dar a luz.
Olga ganaba menos de €120 por mes como camarera y espera abrir un café gracias a su "honorario" de €13.300.
"Estoy orgullosa de dar bebés a personas que no hubieran podido convertirse en padres de otra forma. Pero si hubiera tenido un empleo normal, está claro que no lo hubiera hecho", dice la joven, quien dará a luz gemelos pronto para una pareja china.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Jueves 02 Julio, 2020

HORA: 12:00 AM

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