Madrid. (EFE) - Una gran fiesta en el estadio Santiago Bernabéu ante miles de aficionados del Real Madrid cerró el día de celebraciones de Keylor Navas y el club blanco tras conseguir este sábado su decimotercera Liga de Campeones después de ganar 3-1 al Liverpool en Kiev.
El autobús del cuadro blanco, campeón de la Champions, con sus jugadores, cuerpo técnico y con el presidente Florentino Pérez al frente, salió en la mañana del estadio para iniciar la ruta de recibimientos y homenajes que comenzó en la Catedral de la Almudena, pasó por la sede de la comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, la Plaza de Cibeles y finalizó ya por la noche en el reducto madridista con una fiesta ante sus aficionados.
Antes de subirse al autobús, Keylor Navas, habló en Real Madrid Televisión sobre sus sensaciones poco menos de 24 horas después de ganar al Liverpool. “Es una alegría muy grande, es como que se para el tiempo. Uno se pone a analizar las cosas que le han pasado y no queda más que disfrutarlo muchísimo y agradecérselo a la gente. Son momentos únicos y hay que darle el valor que se merece”, dijo Navas.
Miles de aficionados acompañaron al equipo por las principales calles de la capital española durante el recorrido. Cristiano Ronaldo acaparó casi todos los focos después de sus declaraciones tras la final en las que insinuó que abandonaría el club en verano. Antes de llegar al Bernabéu, el jugador portugués se mostró muy activo en las celebraciones junto al resto de sus compañeros. Cristiano lanzó un mensaje esperanzador para todos los que quieren que continúe en el club. Fue uno de los que más cantó y dirigió junto a Sergio Ramos y Marcelo la fiesta de los jugadores con el público. Entonces, en una escueta frase, mostró las que podrían ser sus intenciones: "Gracias... y hasta el próximo año".
Ya en el Bernabéu, uno a uno, fueron apareciendo todos los jugadores del club merengue y fueron muy ovacionados Keylor Navas y Gareth Bale, autor de dos de los tres goles de la final. La aparición de Cristiano fue la más celebrada por el público y el jugador portugués tuvo su segundo gesto con sus aficionados. Envuelto en la bandera de Portugal, primero enumeró con sus dedos las cinco Ligas de Campeones que ha ganado a lo largo de su carrera. Después, se besó el escudo y desató la locura en el estadio.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 28 Mayo, 2018
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