Como todos los días, Jairo Rojas venía de su trabajo, cansado, con el único deseo de llegar a descansar, sin embargo un fuerte golpe lo despertaría y truncaría su deseo por varias horas.
“De pronto lo que sentimos fue el impacto, como uno trabaja de noche viene medio dormido y cuando me vi fue en el piso del tren y la gente herida, una compañera que venía conmigo también”, manifestó Rojas. Fueron varios minutos de terror, especialmente porque no podían salir del tren y solo se veía gente herida y gritando de dolor y desesperación.
“Uno no podía salir, todo estaba cerrado, hasta que la gente que estaba afuera llegaron a ayudarnos y ya luego la gente de bomberos y Cruz Roja”, rememoró el pasajero del tren.
El error humano es visto por él como la causa del lamentable hecho que se suscitó ayer en las inmediaciones de La Sabana, al que nadie le encuentra otra explicación.
“No hubo coordinación entre ellos, y el tren en que yo venía agarró mucha velocidad, no hubo tiempo de nada, todo fue muy rápido y pasó el bombazo”, concluyó Rojas.
Su clavícula fue la afectada ya que tras la valoración inicial detectaron que estaba quebrada y ahora se deberán hacer estudios más profundos para poder determinar si será necesario que se someta a una operación.
