Editorial
A pesar de que el país ha luchado bastante por tratar de eliminar la discriminación y la falta de oportunidades para las personas con alguna discapacidad aún nos queda mucho por hacer.
En especial se debe trabajar en la mentalidad de algunos empresarios para que entiendan que todos, sin importar nuestras condiciones, merecemos una oportunidad; no puede ser posible que más del 65% de las personas con discapacidad no labora en ningún lado, a pesar de que en muchos casos han estudiado alguna carrera y además se han graduado con honores.
Entonces aquí es cuando muchos nos preguntamos por qué no darles una oportunidad de trabajo para que desarrollen todas sus capacidades; a veces son más esforzados que quienes no tienen discapacidad, porque ellos desean demostrarle al mundo que a pesar de todo sí se puede.
Pero además de las pocas oportunidades que tienen, hay que sumarle que algunas personas se aprovechan de ellos y nos les cumplen sus garantías, por lo que les pagan menos del salario mínimo, no los aseguran. En muchos casos por las mismas necesidades que tienen aceptan laborar en estas condiciones.
Resulta muy curioso que los empleos que más absorben a esta población son los de menor calificación, como agricultores, operarios y otros similares; el problema de esto es que en muchas ocasiones son los más peligrosas, pero no les queda de otra porque para trabajo de oficina ni los suman ni los restan.
Ante este panorama, las autoridades e instituciones de gobierno deberían ser más rigurosas en garantizar las cuotas de inclusión a individuos que tengan algún impedimento y lo más importante es que esta no sea una lucha de un día, solo porque se está celebrando la jornada Internacional de las Personas con Discapacidad.
Debe ser algo de siempre, de todas las reuniones y citas que tengan, ya que es hora de que Costa Rica les dé el espacio que se merecen y no que se acuerden de ellos en fechas específicas.
Y además hacer cumplir esta iniciativa del Consejo Presidencial Social, quien acordó dar la instrucción a las instituciones estatales para que se comprometan a establecer espacios para personas con discapacidad en los programas sociales.
Asimismo se debe tomar en cuenta que no solo necesitan un espacio en el mercado laboral, sino también desde que están en la etapa de crecimiento, para que los incluyan en el área social y educativa, pues en estas aún hay un rezago bastante amplio con el que se debe ir acabando para incentivarlos a creer en ellos.
No se puede generalizar, debido a que existen personas y empresas que les ofrecen no solo un lugar para trabajar, sino que los hacen sentirse en familia; lastimosamente son los menos, por eso más de uno debería poner las barbas en remojo y darse cuenta que todos merecemos una oportunidad, pero lo más importante es que somos iguales, solo que algunos tenemos limitaciones, unos en mayor cantidad que otros, pero de igual forma ameritamos respeto.
