Los accidentes de tránsito que involucran a motociclistas siguen en aumento, algo que mantiene en vilo a las autoridades nacionales pues los costarricenses están adquiriendo motos sin tener licencia.
El caso más reciente se presentó ayer en la tarde cuando un joven sin la debida acreditación chocó mientras viajaba en la motocicleta que acababa de comprar.
Este hecho llamó la atención de Cindy Coto, directora ejecutiva del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), quien insistió en que este tipo de eventos no se debe permitir.
“El problema es que uno no puede restringir el sentido del comercio, por lo que se trata de que las personas tengan el sentido común de que si no saben conducir no vayan a comprarla y se la lleven por sí solos”, dijo.
Coto dijo que si compran una motocicleta y no tienen licencia, busquen a alguien que sí sepa conducir y tenga la acreditación para que la lleve hasta la casa del nuevo dueño.
Aunque la práctica hace al maestro, Coto fue clara en que es hasta que la persona haya aprobado las pruebas requeridas que demuestra es capaz de ser un conductor más en carretera.
“Estamos ante un caso en el que no se sabe si la persona tiene las capacidades necesarias para poder interactuar con otros en las calles nacionales y lo hacen de la manera equivocada”, sostuvo.
Según estadísticas proporcionadas por la Dirección General de la Policía de Tránsito, se estima que, durante el 2016, el 40% de los motociclistas involucrados en colisiones no contaba con dicho documento.
El problema no solo se refiere a la licencia de motocicleta que se necesita para manipular vehículos de este tipo, cuyo cilindraje es mayor a los 125 cc (para cilindradas menores solo se necesita la licencia de automóvil), sino a que no han tenido ningún tipo de acreditación en su vida.
Así lo dijo el año anterior Mario Calderón, máxima autoridad de la Policía de Tránsito, quien adujo que la problemática es más grande de lo que muchos piensan, solo que no todos los casos son públicos.
“Muchos no tienen licencia de conducir de ningún tipo, por lo que podríamos aducir que a pesar de la experticia y el mismo conocimiento sobre la misma se genera un efecto de confianza que los lleva a estos puntos de desgracia”, aseguró.
Además de la falta de pruebas para demostrar que la persona está capacitada para conducir una moto, se suma la falta de prudencia de muchos usuarios de este medio de transporte, tanto en equipo como en maniobras.
Durante el presente año ya se contabilizan 90 motociclistas fallecidos, lo que representa casi la mitad del total del 2016, pues durante los 12 meses de ese periodo se reportaron 200.
Aunque el Cosevi ha redoblado esfuerzos con campañas de prevención y entrega de implementos, parece que los motociclistas no entienden, y siguen exponiendo su vida cada día.
