En los últimos tiempos las personas, en especial jóvenes, se muestran reacias ante la posibilidad de tener pareja. Muchos hablan de desilusiones, que los modelos preestablecidos no calzan con su estilo de vida y se dedican a satisfacer deseos sexuales, se resignan a la soledad o bien experimentan con tendencias como los amigos con derecho, las relaciones abiertas o incluso el poliamor. Formas más tradicionales de convivencia, como el matrimonio, e incluso la unión libre, son vistas ahora casi como una prisión.
Para identificar fenómenos que puedan brindar luz a estas situaciones de la actualidad, DIARIO EXTRA contactó a Jorge Morales, licenciado en psicología, quien advierte que sus declaraciones se dan desde su posición y desde el humanismo, pero no puede considerarse que aplican a toda la población, porque cada caso es único.
En primer lugar, se le consultó al experto cuáles son los beneficios de tener pareja. Adujo que los seres humanos siempre buscan relaciones interpersonales y en el caso específico de las de pareja: “el beneficio es un apoyo, si estamos hablando de una relación saludable, que eso también es importante. Además, la consolidación de metas en conjunto y que, como criaturas sociales que somos, la idea de hacer algo por el otro nos da la sensación de bienestar, de ayudar a otro a conseguir sus metas y que estas metas al mismo tiempo nos devuelvan algo a nosotros”.
Sin embargo, enfatiza: “existe una connotación social en lo que la pareja significa, que está tal vez un poco difusa, y que afecta en este momento lo que son las relaciones a largo plazo, es este concepto casi religioso de ‘para toda la vida’, que además asusta”.
NUEVAS GENERACIONES
Al pedirle criterio sobre las nuevas tendencias en que se involucran los jóvenes, como el poliamor, las relaciones abiertas o los amigos con derecho, y a la dificultad de muchas personas para estar en pareja, dijo: “Desde la teoría humanista, manejamos cuatro esferas: biológica, social, espiritual y psicológica. Partiendo de lo social, si escuchamos de lo que hablan las canciones, lo que nos presentan la televisión, las películas, las series, las personas famosas, tenemos una serie de ejemplos que, aunque pensemos que no, socialmente por algo están ahí y por alguna razón la mayoría los sigue”.
Y añadió: “Hay frases que, entrando en lo psicológico, pueden funcionar como introyectos (mandatos sociales) que se difunden a gran escala, como ‘usted merece lo mejor’, ‘todo lo que usted quiere lo puede conseguir’. Estas frases empoderan, pueden ser muy bonitas, pero dadas sin una guía, a como caigan, pueden alimentar estas ideas de que para qué yo voy a estar en una relación con una persona, si lo merezco todo, y además lo puedo tener todo, ‘entitlement’ le llaman en inglés”.
Continuó: “Es esta concepción de que yo me lo merezco, se me tiene que dar, es mi derecho de vida, y entonces ¿por qué la incapacidad para sostener una relación? Hasta cierto punto los ejemplos, la cultura, estas frases que nos tragamos así, enteras, no las pensamos, no las procesamos, entonces ¿para qué me voy a quedar con este ‘problema’ si hay algo mejor y yo me lo merezco?”.
Y recalcó, a título personal que también “lo que hemos entendido de esta cuestión de libertad, alimentados con estas frases de fondo. Sin entrar en si una persona puede estar románticamente involucrada con más de una persona o no, es si esto corresponde más a una respuesta a tenerlo todo, también algo muy de nuestra sociedad de consumo. ‘Yo lo puedo tener todo’, pero habría que preguntarse: ¿son personas, son objetos para mi placer o para mi satisfacción?, y desde ahí empieza a hacerse más complejo el tema porque también entra esta cuestión de cultura y sociedad. Con la globalización, tenemos un montón de influencias que vienen de otras partes, y nos venden estos eslogans, estas frases como de comercial, y tenemos la contraparte, quizás, de nuestra sociedad costarricenses que quizá va un poco más atrás” y donde todavía no se vive de esa forma.
EXPERIENCIA PERSONAL
Morales subrayó que también importa, para dilucidar la actitud de alguien hacia las relaciones, la experiencia personal, “es decir, cómo entiendo yo la separación de mis papás; cómo entiendo yo, que soy hijo de una madre soltera sus relaciones; o si mis papás están juntos, pero cómo es su relación, cómo yo entiendo su relación, qué veo yo”.
Consultado sobre las excusas que algunas personas dan para no tener pareja, como decir que todos los hombres son infieles en el caso de algunas mujeres, el psicólogo comentó: “Podemos incluir la psicología evolutiva, esta cuestión de la individualización en la adolescencia, qué es lo que cada uno de nosotros estamos entendiendo de lo que estamos viviendo. Estas frases son interesantes porque se relacionan con la cultura y un poquito lo del introyecto que hablamos antes, cosas que escuchamos, las agarramos y nada más las repetimos y no las pensamos”. Recalcó que: “En algún momento, esa pudo ser la única realidad, pero ahora hay hombres y mujeres que andan con varias parejas, más que una cuestión única en este momento, que en el pasado quizá lo era, tenemos esa frase, ‘los hombres son infieles, andan con muchas’, y tenemos todavía esa idea cuando la sociedad actual no lo cumple al 100%”.
¿SOLO SEXO BASTA?
De igual modo, El Diario del Pueblo preguntó qué pasaba con las personas que solo pensaban en saciarse sexualmente, por ejemplo, en una salida nocturna. Al respecto, Morales declaró: “así como se consumen químicos, se hace ejercicio, etc., el sexo también libera sustancias químicas en el cerebro. Entonces, por un lado, puede verse como saciar una necesidad y, si no sabemos cuál es la necesidad, vamos a estar buscando diferentes opciones”.
Y amplió: “Interesante el ejemplo de salir a un bar, ahí hay fumado, alcohol, otras sustancias y está la posibilidad del sexo, todas estas son sustancias y es ahí donde la persona quizá deba hacerse la pregunta: ¿para qué lo hago? ¿Qué es lo que estoy intentando lograr con esto? Si es simplemente porque le gusta el sexo, bien por usted, si lo disfruta y nada más es eso, una cuestión hasta cierto punto saludable, pero si nada más estoy intentando suplir otra cosa, y ni siquiera me doy cuenta de cuál es esa cosa, es donde se empieza a poner embarrialada la cancha, porque la conducta incluso puede ser, por decirte algo, relaciones de riesgo, relaciones sin protección, o relaciones cuando yo estoy en un estado de conciencia un poco conversado, verdad”. “¿Por qué llegamos a esos puntos, qué es lo que realmente estoy haciendo? Son preguntas que quizás puedan hacerse las personas que realizan estas conductas”, aseveró.
“Encontrar una estabilidad emocional en un acto que no tiene un vínculo emotivo es difícil, es decir, si yo digo que lo que quiero es sexo por sexo, como una cuestión meramente fisiológica, donde no hay una emoción de por medio, no voy a alcanzar una estabilidad emocional, estoy haciendo una descarga física, que puede ser saludable como descarga física, siempre y cuando, y volviendo al punto anterior, si estamos claros yo y la otra persona que eso es lo que quiero”, sentenció.
Finalmente, este medio le pidió recomendaciones para personas que desean tener pareja, pero por una u otra razón no se atreven o les ha costado. Respondió: “Grosso modo, lo primero es preguntarme para qué quiero una pareja, qué tipo de persona quiero como pareja, cuáles serían mis metas a corto, mediano y largo plazo. Si yo puedo tener una claridad del tipo de persona con la que me gustaría andar y sus cualidades, las virtudes, preguntarme qué tanta apertura tengo a lidiar con las particularidades de esta otra persona, porque no es como que yo pueda crear a la persona perfecta para mí, y tener la claridad de qué es lo que yo quiero en una relación, porque solo decir ‘quiero una relación’ es muy abstracto, qué tipo de relación es la que quiero”.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Daniel García
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Lunes 27 Junio, 2022
HORA: 12:00 AM
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