Estamos en los últimos tiempos
Lic. Edwin Flores Moya
*Pareciera que la Raza Humana agoniza.
*La maldad y todos sus derivados se han multiplicado por miles.
*La espiritualidad ha sido cambiada por la hipocresía.
*La sociedad humana se ha olvidado del Dios Verdadero.
*El dios imperante en los humanos es el dinero.
Los habitantes de Sodoma y Gomorra, y del tiempo del Diluvio, no entendieron las señales para modificar sus malos comportamientos. No cambiaron su degeneración moral. La maldad era su reina; todos eran necios, sordos, ciegos y pervertidos. No entendieron nada de señales que les anunciaba su fin. Les llegó el merecido castigo. Ha quedado el triste recuerdo de dos sociedades humanas acabadas, creadoras de relajos inmorales.
La sociedad humana de hoy ha entrado en otro peligroso tiempo de descomposición. La superación de la maldad de ayer está presente. La maldad en todas sus formas se abraza con la degeneración total.
La sociedad humana que está entrando a la peor perversión. Están presentes las violaciones, la práctica de la drogadicción, abortos, corrupción, maldades de todo tipo; las inmoralidades no se quedan atrás, las injusticias imperan, etc. En fin, la sociedad humana está muy enferma, está prostituida totalmente. Camina a pasos agigantados hacia la muerte. El agua, el aire, están siendo contaminados. Los bosques destruidos, miles de especies de animales aniquilados, y las buenas costumbres de la humanidad, cambiadas por malas.
La conciencia del ser humano se ha deteriorado completamente, sin ninguna esperanza de recuperación; el encanto de la vida solidaria llena de bondad, de armonía, de paz.
La sociedad, así camina con toda la desviación de lo correcto a lo peor, las peores injusticias, las peores hipocresías, el peor veneno de maldad esparcido entre los humanos. En fin, la sociedad humana camina por entre la oscuridad y, la conciencia de cada uno está dormida o, en la luna. Las señales actuales de los últimos tiempos, están expuestas a la luz. El tiempo pasa a la velocidad del viento; las enfermedades de todos los males acosan a los humanos; las enfermedades en su mayoría, son incurables; los medicamentos y tratamientos hacen algún efecto aliviador. Además, cada medicamento produce efectos secundarios que siempre son peligrosos o dañinos, pues afectan órganos vitales. Cada ser humano es portador de virus, bacterias, hongos, etc.; que afectan el buen funcionamiento de importantes órganos. Están en aumento las enfermedades mentales, que realmente son incurables, aunque reciban un excelente tratamiento.
Actualmente el coronavirus mantiene a la humanidad hincada, a pesar de todos los adelantos, laboratorios atendidos por especialistas, etc., no lo han podido derrotar, y miles de personas han muerto, y otras están enfermas; sin embargo, el lavarse las manos con jabón y usar mascarilla ayuda enormemente a combatir el contagio. Muy extraña esta situación.
La sociedad humana se ha olvidado del Dios Verdadero, y ha entrado en desorden total con todo lo malo y maldito. No hay esperanzas de nada. El gran castigo llegará. Igual que en Sodoma y Gomorra, y con el Diluvio.
El ser humano debe despertar y suspender sus malditas prácticas mundanas. Reconocer sus abundantes pecados, y entender y practicar los hermosos mensajes bíblicos.
