¿Piden empresas más requisitos de los necesarios en ofertas de empleo?
Marvin Obregón Agüero
Este tema puede ser un poco difícil de exponer y, dependiendo cómo se enfoque, podría entrarse en juicios de valor, subjetividades, paranoias, opiniones equívocas, etc. en lugar de plantearse las cosas objetivamente. Hay que ver el asunto desde la óptica de la empresa y la de los trabajadores.
El punto importante a rescatar aquí sería que, por parte de las empresas, es obvio y necesario que logren siempre un buen recurso humano, sin que ello se convierta en un verdadero vía crucis para el oferente.
De acuerdo con datos recientes, el desempleo en Costa Rica se mantuvo en un 9,5% al cierre de 2016. Según el INEC, para ese año había unas 217.623 personas desempleadas. Con un 6,9% para los hombres y un 13,8 % para las mujeres.
Según Sergio M. Mahugo (2013, p. 1) el 60 % de los españoles cree que, en las ofertas de trabajo, las empresas piden más requisitos de los necesarios para el puesto. Esto se rescata de una encuesta hecha por la firma Adecco Professional sobre Competencias Profesionales en la cual participaron más de 2000 personas entre los 18 y 65 años.
Es obvio pensar que, a raíz del alto índice de desempleo, en muchas partes del mundo, como España, las empresas pueden darse el lujo de exigir requisitos a los solicitantes. Entre esos están: según el 92% de los encuestados dicen que les piden mejor formación académica, el 52 % mejores competencias personales, y un 37% conocer más idiomas.
Otras cuestiones que miden son la disponibilidad de cambiar de residencia, capacidades de liderazgo, habilidades de trabajo equipo, la polivalencia o tolerancia al estrés, etc.
Como lo afirma Susana Sosa, directora de Adecco, las personas entienden que esas competencias son importantes, lo que no les parece bien es que las exigencias no van acordes con los salarios y que muchas veces son más bajos que los anteriores años.
Otro punto importante que se ha logrado descubrir con estas investigaciones es que muchos encuestados creen que tales requisitos a veces no son necesarios para el desarrollo del trabajo y que sobrepasan las exigencias en comparación con la praxis in situ.
El problema con esto es cómo medir lo que realmente es justo. Muchas veces, uno ha podido ver en la práctica que, innecesariamente, las empresas -que, si bien es cierto, no tienen por qué emplear a cualquiera que llegue a la oficina- hacen pasar al oferente por filtros que a la postre no determinan con exactitud el perfil necesario para un puesto de trabajo.
El punto es que, si además de que en este tiempo es difícil encontrar empleo y uno bueno, no es justo que los empleadores le hagan la vida imposible (y se la hagan ellos mismos) a la clase trabajadora imponiendo requisitos superfluos, sino que estos sean los pertinentes y necesarios para el real cumplimiento de las labores.
Confucio, filósofo chino que vivió entre 551-479 a.c., dijo: “no uses un cañón para matar un mosquito”.
*Estudiante de Psicología
