Mientras que la Contraloría General de la República (CGR) apunta que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS)) no ha logrado consolidar, en tres años de vigencia, el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube), en lo que respecta a creación y articulación de dicha herramienta; Emilio Arias, presidente ejecutivo del Instituto, sostuvo que la radiografía de la instancia fiscalizadora del Estado presenta una realidad distinta.
Recientemente, la CGR dio a conocer una auditoría, bajo la resolución DFOE-SOC-IF-01-2017, siendo el periodo del examen entre el 2014 al 2016 y evidencia una serie de debilidades que afecta el Sinirube, que es la herramienta del IMAS para el combate de la pobreza.
La Contraloría señala debilidades en el funcionamiento del Consejo Rector del Sistema (CRS), en cuanto a la aprobación de directrices y políticas que orientan su funcionamiento. También en la definición de estrategias y mecanismos de coordinación debidamente oficializados. Además se encontró que, en su rol de órgano colegiado, no ha sesionado con la periodicidad establecida, la ausencia de acciones de seguimiento respecto a acuerdos tomados y legalización tardía del libro de actas.
“El IMAS no ha establecido acciones específicas para culminar el proceso de creación y articulación del Sinirube…ni ha logrado que este funcione como un sistema interinstitucional en aras de la consecución de una base de datos actualizada y de cobertura nacional de las personas que requieran servicios u otras asistencias económicas, por encontrarse en situaciones de pobreza, esto después de la entrada en vigencia de la ley”, detalla la auditoría contralora.
UN RETO
El Sinirube es un órgano desconcentrado adscrito al IMAS y está dirigido por el Consejo Rector del Sistema, conformado por los jerarcas o representantes de 8 instituciones, a saber: el IMAS, Patronato Nacional de la Infancia, los ministerios de Educación Pública (MEP), Trabajo, Salud, Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), el de Planificación y Política Económica (Mideplan) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“El proyecto de implementación del Sinirube representa un reto para que las diferentes instituciones del sector logren integrarse, posibilitando así el intercambio de la información a través de plataformas tecnológicas, propiciando en última instancia, mejoras en la eficiencia de la distribución de dichos recursos”, puntualiza el documento.
Al mismo tiempo, la Contraloría evidenció vacíos en la conceptualización del sistema de información y de su funcionamiento, relacionados a la ausencia de acuerdos con el total de las instituciones involucradas y la carencia de una metodología de gestión de proyectos que guíe adecuadamente la implementación del Sinirube.
“Si bien es cierto, se determinó la existencia de documentos como ‘Sinirube 1.0’ y ‘Sinirube 2.0’, los cuales fueron creados como parte de la planificación preliminar del Sistema y que señalan aspectos como: alcance, limitaciones, características, componentes, funcionalidades, planificación y estrategias generales para la construcción del Sistema, estos carecen de detalle que posibilite un seguimiento óptimo y oportuno del proyecto”, se indica en el informe.
LA REALIDAD HOY ES OTRA
Al respecto, Emilio Arias Rodríguez, presidente ejecutivo del IMAS y ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, defendió que “la gran mayoría” de los aspectos evidenciados por la Contraloría ya fueron corregidos, subsanados y “más bien estamos en las puertas de presentarle al país los resultados del Sinirube 1.0”.
“El informe presenta una fotografía de la realidad del Sinirube en esos años -2014-2016. En este momento, se tiene una realidad distinta. El director del Sinirube entró a trabajar en enero del 2016 y a partir de allí comienza a construir la institucionalidad, es decir, se crea una nueva institución, porque es un órgano desconcentrado adscrito al IMAS.
Durante todo ese tiempo se trabaja y con mi llegada se labora en el establecimiento de los mecanismos de control, de contratación administrativa, en la definición de los servicios que iba a dar el IMAS al Sinirube para operar”, sostuvo Arias. Agregó que ya se cuenta con una Ficha Única de Beneficiarios (FUB), que será manejada por todas las instituciones del sector social. “Para junio de este año tenemos previsto presentar el Sinirube 1.0 que es la plataforma tecnológica donde va a estar la información de la primera capa de la institución, donde está el IMAS y la CCSS que tienen la mayor cantidad de información del sector social”, reafirmó Arias. Añadió que la información contenida en el Sinirube 1.0 representa el 60% del presupuesto del sector social del Estado costarricense.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Lunes 15 Mayo, 2017
HORA: 12:00 AM
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