Los constantes aguaceros y ventoleras continúan azotando la zona norte del país. Con ello el pánico sigue embargando a los vecinos quienes temen que la situación siga complicándose, en medio del recuento de los daños causados por el huracán Otto.
Los ríos aumentaron su caudal, las montañas están saturadas de agua y el terreno muy inestable, lo que podría generar cabezas de agua que amenazan el poblado de Bijagua de Upala donde sus lugareños duermen con un ojo abierto.
Las ayudas de las autoridades empiezan a llegar, sin embargo, hay varias comunidades que esperan la colaboración e incursión de los rescatistas. Mientras tanto, sigue la reparación del tendido eléctrico, limpieza de carreteras, ríos, quebradas y las mismas viviendas que fueron inundadas.
En las últimas horas la zona devastada no fue visitada por los afectados debido a que las quebradas aumentaron su cauce y hay mucha arena que provoca inestabilidad.
Los comercios no escaparon a la afectación, sin embargo, este fin de semana decidieron abrir y empezar a limpiar el barrial e intentar seguir ofreciendo sus productos a cientos de personas que están necesitando comida, artículos de aseo personal y agua.
Las zonas de Bijagua y Upala se encuentran en alerta roja declarada por la Comisión Nacional de Emergencias, mientras que 200 agentes del Organismo de Investigación Judicial llegaron en 52 vehículos al sitio de la catástrofe para colaborar.
PARTIÓ UN ANGELITO
Este domingo amigos y familiares de Bianca de un año y 8 meses, le dieron el último adiós en el cementerio de Bijagua, luego de que una cabeza de agua se la arrebatara su padre, Rolando, quien resultó herido y también tuvo que enterrar a su esposa, Vanessa Argüello Castro, de 30 años.
Jorge Argüello, abuelito de las víctimas, no ocultó su agradecimiento con los vecinos y con las autoridades quienes lograron ubicar a dos de sus familiares. "La naturaleza nos sigue azotando, perdí a dos de los míos y sus viviendas y el pueblo donde he pasado mi vida está devastado por la furia del huracán. Acepto la voluntad de Dios, pero pido clemencia, el mal tiempo sigue afectándonos y necesitamos que mejore para intentar seguir adelante, sé que nos levantaremos de la desgracia", recordó.
Los vecinos de la zona norte aseguran que a pesar de la tragedia no se arrugan y que Dios les seguirá ayudando.
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CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley y Jorge Vindas
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Lunes 28 Noviembre, 2016
HORA: 12:00 AM
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