Carlos Jiménez, verdadero y fructífero apostolado
Opinión
El Dr. Carlos Jiménez Antillón ha sido alma, fundador, director y abnegado servidor de una Clínica Oftalmológica que recién celebró 20 años de su inauguración.
Cuando estábamos en el gobierno, el Dr. Fernando Ferraro, Gerente Médico de la CCSS, buscó a Lorena. Le comentó que en la ley que modificó en noviembre de 1998 la Ley de Creación del Instituto Costarricense contra el Cáncer se destinaba un ingreso “a la construcción y el equipamiento de una clínica oftalmológica en favor de la asociación o fundación que defina la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social”. Y le propuso que asumiera esa tarea.
Fue a predicar a una creyente, pues Lorena en las campañas políticas había compartido muy de cerca con un maravilloso equipo de profesionales de la salud que se dedicó a proveer sus servicios a lo largo y ancho del país, y que tuvo un muy importante componente en esa área. Y ya había establecido la Fundación Mundo de Luz para colaborar con los problemas de salud visual de las personas.
Claro que Lorena que no rehuía retos, se entusiasmó, y le preguntó al Dr. Ferraro quién podría encargarse de dirigir tan demandante proyecto. Ni lerdo ni perezoso, don Fernando recomendó al Dr. Carlos Jiménez Antillón.
Nosotros ya conocíamos y admirábamos a Carlos. Un brillante profesional que ya había descollado en el campo de la oftalmología y era propulsor y director de la formación de médicos en esa tan importante especialidad. Además, un ser humano de gran corazón que se conmovía con los problemas sociales y trabajaba para darles solución. Un ciudadano que siempre ha cooperado para que la conducción política del país fuera orientada al bien común.
Y se lanzaron a la tarea. El resultado es maravilloso. Durante nuestro gobierno bajo la dirección del Dr. Jiménez Antillón que fue su primer Director y la dirigió hasta 2012, se fundó, construyó y se generaron los recursos para el equipamiento de la Clínica Oftalmológica que vino a ofrecer liderazgo profesional para los tratamientos de los ojos en nuestro país, permitió que las personas que tenían que viajar al exterior para tratamientos oftalmológico los pudiera tener en nuestra nación, evitando los problemas y enormes dificultades del viaje para familias con pocos recursos, y modernizó la atención oftalmológica de nuestro sistema de seguridad social como la clínica de referencia.
Don Carlos se dedicó a todo. A construir un ambiente profesional de extraordinaria calidad unido a un espíritu de servicio que hace que los pacientes se sientan tratados con afecto y devoción. A proveer la Clínica de los equipos más avanzados y de la mejor calidad. Son equipos que se han ido renovando y nunca han tenido nada que envidiar a los afamados centros de Bogotá y de Miami, donde antes eran referidos los pacientes. A crear un espacio bello preocupándose de todo: edificios, áreas de movilidad, jardines. Así el personal, los pacientes y sus familiares se sienten acogidos y en un ambiente tranquilizador y lindo.
Cuando terminó sus funciones como director siguió dando apoyo a su criatura: atendiendo pacientes, apoyando a la Fundación Mundo de Luz con la que Lorena, su fundadora, ha permanecido colaborando, dando aliento sin estorbar a la nueva, muy capaz y dedicada directora la Dra. Marisela Salas y participando en las giras del personal de la Clínica para atender en muy lejanas comunidades a pacientes necesitados de servicios de oftalmología.
Muy merecidamente la Clínica Oftalmológica celebró sus 20 años de exitosa y abnegada operación rindiendo homenaje al Dr. Carlos Jiménez Antillón.
