El temor impera entre los vecinos de Sagrada Familia, en San José, ante las constantes balaceras que se han dado en los últimos días. Precisamente este lunes una menor de 16 resultó herida por una bala perdida.
Fuentes confidenciales mencionaron que todo se debe a que el reconocido grupo de Los Lara, busca posicionarse con la venta de droga en la localidad conocida como Bajo de la Puñalada, de donde hace poco tiempo se capturó al jefe de la plaza, conocido con el alias de Pocholo.
A raíz de esa captura, este grupo el cual históricamente se ha posicionado en varios puntos capitalinos para la distribución de droga, buscó ingresar a esta zona, pero los amigos de Pocholo, se resisten a soltar el negocio.
Sobre lo acontecido ayer, El Periodico de más Venta en Costa Rica recorrió la zona en donde vecinos que prefirieron no revelar su identidad, indicaron estar muy asustados por este tema.
“Uno ya no puede ni dormir, porque no sabe en qué momento se arma la balacera y que uno de esos tiros lo atraviese. Esto está terrible”, indicó una mujer.
El miedo más grande es que los miembros de estas agrupaciones decidan llegar a desalojarlos, para convertir sus casas en bunkers, escondites o casa de vigilancia, donde se alertara sobre la llegada de la policía o de bandas rivales.
“Imagínese que algún día, llegue esta gente y le digan a uno, le doy tanta cantidad de plata por su casa o que tan solo le ordenen sacar las cosas porque ellos se van a quedar con este ranchito. Uno sabe que eso ha pasado en otros barrios, si ya lo hicieron allá, por qué no lo van a hacer acá”, expresó otra vecina.
LOS ROBIN HOOD
DIARIO EXTRA conversó con Brian Sandí, especialista en temas de seguridad, quien analizó el comportamiento de estas agrupaciones y lo comparó con estructuras de Suramérica y México.
“En los barrios urbano marginales aprovechan el dinero que tienen para dar fuentes de empleo como el narcomenudeo, la venta de artículos robados y demás. Este bienestar económico hace que ellos sean la autoridad en el barrio, lo que lleva a que cuando ya están totalmente posicionados, empiezan a introducir su conducta criminal, que obligan a la gente a estar de acuerdo con sus decisiones y si no, buscan la forma de sacarlos de la comunidad”, explicó.
En diciembre del año anterior, tras varios allanamientos el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) por medio de la Sección de Crimen Organizado logró detener a los líderes Julio, Juan y Andrés Lara, en esa comunidad.
Walter Espinoza, director de la Policía Judicial, indicó en esa oportunidad que este grupo se había encargado de adornar, pintar y tener siempre bien las calles y a los vecinos, lo que permitía que la comunidad estuviera de su parte.
“Modificaron el barrio. Adoquinaron las aceras, pintaron los cordones de caño, pusieron maceteros, lo que les permite tener el área como su lugar de protección, que llevaba a desarrollar cualquier actuar criminal sin ningún temor a que fueran entregados a la policía”, explicó.
A pesar de que gran parte de la banda se encuentra en prisión, existen personas que reciben las órdenes de los líderes a fin de seguir generando dinero producto de los negocios ilícitos.
FUERTE PRESENCIA
Luego de lo acontecido, por parte de la Dirección General de la Policía y las jefaturas de Equipos Especiales, se determinó tomar por completo Sagrada Familia y lugares aledaños.
Justamente un numeroso grupo de oficiales de la policía se posicionaron en las calles, mientras que otros se encuentran realizando abordajes en los barrios cercanos para sacar de circulación armas con las que se están dando los ataques.
Randall Picado, jefe regional de Fuerza Pública mencionó que la captura o golpes a las bandas que operan en San José lleva a que este tipo de incidentes se disparen.
“Tenemos desde hace un mes fuertes operativos en los barrios del sur, lo cual nos ha permitido detener objetivos importantes. Esto ha generado malestar entre los delincuentes quienes al ver nuestra presencia nos atacan a disparos. Además, está la intención de posicionarse en los lugares en donde sacamos de circulación a sus rivales”, detalló.
Otra de las hipotesis que se maneja sobre los disparos, es que los cacos buscan intimidar a los lugareños para que nadie brinde ningún tipo de información ni a la Fuerza Pública ni al Organismo de Investigación Judicial
“Podría ser una variable que sí incida, lógicamente a la gente le da temor denunciar, pero también existen familias en que los miembros forman parte de las estructuras, donde hay jóvenes en adicción. Sabemos que la mayoría de la gente acá es buena y muchos de los barrios aledaños cuentan con personas trabajadoras, por lo que vamos a seguir fuerte en la zona”.
De la misma manera se están coordinado acciones con la fiscalía para desarrollar diligencias más contundentes con las personas involucradas, las cuales en su mayoría ya están identificadas.
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CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta y Cristian Cartín
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Martes 22 Octubre, 2019
HORA: 12:00 AM
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