Daño ambiental y desinterés aduanal
Javier Morales Arguello, MBA
Cuando a usted le hablan de frenar el daño ambiental, de evitar el uso de papel, de reciclar, de simplificar trámites, de la necesidad de ser más eficientes, más eficaces, y se percata, tan solo por citar un ejemplo, de la paradoja inexcusable que se da a vista y paciencia de quienes políticamente nos venden todo ese al parecer humo, tan solo queda cuestionarse dónde quedan tales compromisos en la realidad.
Y es que, para 2017, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre carga en contenedores, la cantidad de movimientos en todos los puertos del país fue de un total de 1.489.210 TEUs. Pues bien, resulta que para llevar a cabo tan solo una pequeña parte de las operaciones de importación, tránsito aduanero y exportación de dichas unidades, trámites absolutamente innecesarios, máxime en épocas de la informática y las comunicaciones, se debieron destinar alrededor de 17.870.520 fotocopias. Se trató entonces de una cantidad verdaderamente injustificable de papel, acompañada de la búsqueda de innumerables sellos en ventanillas separadas por kilómetros de distancia, lo cual provocó un gasto oneroso, absurdo de tiempo y recursos en detrimento del comercio internacional, así como de su impacto en el consumidor, que somos al final de cuentas usted y yo.
¿Por qué la Dirección General de Aduanas y el Gobierno no intervienen para evitar el seguir naufragando en este océano de fotocopias, sellos, y viajes kilométricos sin sentido, que solo provocan daños terribles a la naturaleza, y envían mensajes de inoperancia, desinterés y contradicción?
¿Será de verdad que este es un tema “de otros”? El viejo método de patear el balde para otra parte. ¡Un tema entre “privados”, como han argumentado! ¿En quién recae entonces la responsabilidad de defender al medio ambiente? ¿De hacer de este un país más eficiente? ¿Mas comprometido...? ¿Alguien podría pensar que 17.870.520 de fotocopias, y un día o más de atrasos en puntos de ingreso de cargas al país es algo sin importancia y hasta despreciable, que no requiere atención?
Se adelanta que para 2030 la cantidad de cargas hacia y desde Costa Rica se va a incrementar considerablemente. Y qué bueno por la economía de nuestro país, pero esa buena noticia nos debe llevar a ser más responsables y atender estos temas para nada menores.
Señores de la Dirección General de Aduanas, el éxito o el fracaso muchas veces está marcado por el compromiso con que se atienden estos “enormes detalles”. ¡Ustedes, tienen la palabra!
