En medio de cuestiones técnicas y recesos, comenzó el juicio que se sigue contra el Estado tras la denuncia de María Victoria Salas Ruiz, una jueza a la que obligaron a jubilarse a sus 33 años.
La joven madre de dos niños solicitó un cambio de Tribunal por un padecimiento que la hace vulnerable ante el aire acondicionado, los ventiladores y el polvo.
Sin embargo, con un dictamen del Consejo Médico Forense, tres médicos recomendaron el 25 de abril de 2017 su jubilación anticipada.
El Consejo Superior del Poder Judicial acogió el criterio y la pensionó el 6 de junio del 2017.
Por ese motivo, la exfuncionaria comenzó una lucha para revertir la decisión, pues asegura que el dictamen es falso.
Salas admitió que padece el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune crónica caracterizada por la sequedad de mucosas, en especial en ojos y boca, por esto, la exjueza debe utilizar saliva, lubricante y lágrimas artificiales todo el día, pero sin que esto represente un impedimento para laboral.
Salas insiste en que no padece fibrosis pulmonar, enfermedad que indicaron en el Consejo Médico Forense para jubilarla.
En el juicio, que se realiza en el Tribunal Contencioso Administrativo, darán su versión cuatro testigos y la afectada, luego de que los jueces concluyan la fase de revisión y aceptación de la prueba.
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PERIODISTA: Sharon Cascante Lizano
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Miércoles 05 Junio, 2019
HORA: 01:03 PM