Sara Mitchell de 24 años y su pareja, Travis Mitchell, de 21, están en el ojo de la tormenta, tras la muerte de su hija recién nacida, por negarle tratamiento médico y esperar que se recuperara solo por la fe.
El nuevo caso ocurrió en Oregon, Estados Unidos. La pareja era seguidora de una iglesia cristiana, según lo dio a conocer el medio inglés The Sun.
Según la información, la pareja rechazó el tratamiento médico en favor de la salud de la pequeña y, ahora, están acusados por un caso de homicidio de infante, tras una investigación que se desarrollaba desde marzo.
La información señala que Sarah, llevó a las gemelas a la casa de sus abuelos, y una de ellas, llamada Gennifer, murió tras sufrir problemas respiratorios.
“La menor era prematura por algunas semanas y sus pulmones no estaban desarrollados para darle asistencia respiratoria por mucho tiempo, autoridades señalaron que la bebé fue atendida por tres parteras, miembros de la familia y de la iglesia, pero ninguno llamó al 9-1-1”, detalla el medio británico.
Tras conocerse el caso, la otra gemela, llamada Evelyn, fue valorada y también presentaba dificultades para respirar. Finalmente, los padres accedieron a que la niña fuera atendida, pero esto fue hasta al verse envueltos en el problema legal.
La historia en la familia no es nueva, según apunta el medio, porque la hermana de Sarah y su cuñado están en prisión por prohibir atención médica a sus hijos en 2011 y, en 2015, apelaron su sentencia, pero fue rechazada.
Según detallan, la iglesia involucrada no está afiliada a ninguna denominación de manera oficial, pero están enmarcados en una línea pentecostal, donde tiene más de mil seguidores.
“En 1998, esa iglesia fue fuertemente criticada luego de que el periódico The Oregonian analizara la muerte de 78 niños cubiertos bajo esa iglesia desde 1955 y de las cuales, al menos 21, fueron por falta de intervención médica”, apunta The Sun.
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Bebé murió porque padres esperaron su sanación por fe
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Foto The Sun