Frente a frente
Mario José Zaragoza ([email protected])
Desde hace un tiempo me estaba preocupando porque no recuerdo los nombres de quienes me saludan en la calle, a veces ni sus caras, y mucho menos recordar desde cuándo o dónde es que les conozco, y menos aún a sus familiares o conocidos.
Y aunque hay una oración que indica “Si uno tiene conciencia de los problemas de memoria, es que no los tiene” yo estaba preocupado, así que me dediqué a investigar.
Hay un término, Anosognosia, que indica el no darse cuenta de todo lo que a uno le ocurre.
Quejarse sobre fallas de la memoria es un hecho muy frecuente en personas de 50 años de edad para arriba. Se traduce en no poder recordar el nombre propio de un individuo, de entrar a una habitación sin saber qué se iba a buscar, olvidar el título de una película, dónde se dejaron los anteojos o las llaves, etc.
En estas edades, más de la mitad de los adultos presenta esta dificultad, lo cual indica que más que una enfermedad, es una característica de los años que se tienen.
De hecho el cerebro responde por lo general muy bien excepto si uno está distraído o sumergido en preocupaciones de diversos tipos y no presta la necesaria atención, imprescindible para después recordar.
Otra cosa es la enfermedad de Alzheimer, que se debe a un daño en los hipocampos y los circuitos Papez del cerebro, en donde se depositan los datos que la mente registra. Si estas zonas están dañadas, la información podría no ser “grabada” por el cerebro y se perderá a pesar de que la persona haya prestado mucha atención.
Pero en cuanto a la Anosognosia, los médicos disponen hoy de diversos estudios de sencilla realización que permiten precisar la causa de los olvidos.
No conviene banalizar el problema. La consulta precoz y los estudios facilitan también un tratamiento oportuno en caso de necesidad.
Hay que estar atentos al respecto, especialmente si además de olvidos hay dificultades para planificación de actividades, en realizar las competencias habituales, y se percibe menos capacidad para solucionar problemas nuevos y para sostener roles sociales.
Resumiendo: para tener memoria hay que partir de tener o poner concentración, interés y atención. Y si aún así el asunto no camina, mejor ir rápido al médico. No lo olvide.
