Krypto
Página Abierta: Según Creo
Hay dos posiciones con respecto a nuestros agricultores: la de quienes alegan que se tienen que someter a la competencia del mercado mundial, así como es. Y la de quienes dicen que se les debe dar un chance, para que puedan competir.
Algunos de estos últimos son cripto neoliberales, pero no necesariamente: algunos se mueven por lástima genuina. Es “no me defiendas compadre”. La izquierda tiene criptos.
Pero no hay entre todos esos ninguno que comprenda el problema de la seguridad alimentaria, porque ninguno ha padecido de hambre. Quizá hay que haber sufrido de hambre para poderlo comprender. Y todos los profesores están bien alimentados: los neoliberales más.
¿Será que entiendo que la seguridad alimentaria solo se puede lograr con producción local, y que hay que olvidarse de majaderías, evidentemente falsas, de un mercado libre mundial, porque de niño sufrí de hambre? Entonces habría que olvidarse de la seguridad alimentaria y exponerse a sufrir una hambruna: no es posible que vean la luz los formadores de opinión, quienes siempre tuvieron las necesidades satisfechas. Es simple. Mis innumerables escritos sobre el tema de la seguridad alimentaria no han tenido ningún eco, ni lo tendrán, mientras no suframos una hambruna.
Quienes hablan de productividad y eficiencia y competir, están hablando de otra cosa: estrictamente supra crepida. Son en el fondo neoliberales y acólitos del dios mercado: solo que muchos son criptos. De lo que nosotros estamos hablando es de seguridad alimentaria, que no es posible sin producción local.
Lo demás son engañifas de libre mercado. Pero hablamos de lo mismo que los gringos cuando nos piden discutir en la OMC un tratado que elimina nuestro arancel a los alimentos manteniendo ellos sus subsidios. De los mismo que hablan los europeos cuando le dan a una vaca más de 2 dólares diarios de subsidio. O cuando hacen fracasar una ronda que discute la competencia libre para agricultura.
Nosotros estamos hablando de evitar la hambruna a que nos condena la importación de nuestra dieta por simples consideraciones neoliberales de mercado. Porque cuando haya una escasez mundial de alimentos, nadie nos va vender un grano, y vamos a tener que salir corriendo a tratar de restablecer la producción local.
Yo quisiera ver en la cola por el plato de sopa a quienes ahora nos aconsejan incorporarnos al mercado mundial de alimentos, aunque eso no sea venganza adecuada. Pero frenar el abastecimiento de alimentos extranjeros hasta que nuestros agricultores puedan competir con los gringos o los uruguayos: “nuts”.
