Menos construcción es un golpe a la economía

Editorial

Los resultados preliminares de las estadísticas de la construcción correspondientes al primer semestre de 2023 nos dicen que hubo una disminución en las edificaciones con respecto a 2022.

Esto se traduce en un golpe a la economía, pues para nadie es un secreto que la construcción se convierte en sinónimo de desarrollo y de mejora en los índices de producción de un país.

Heredia figura como la provincia donde hubo un mayor desplome. El Instituto Nacional de Estadística y Censos alerta de una caída del 46,8% en esta zona del país.

En menor medida aparecen Guanacaste y Limón con un 16% y un 13% de descenso, respectivamente. De este modo, es posible concluir que también se ha generado un menor empleo en estas zonas costeras.

Las estadísticas indican que hay una disminución de 2,4% respecto al primer semestre de 2022 en cuanto al área total de construcción, y esto nos deja ver que hay una desaceleración en el desarrollo de soluciones residenciales.

Aun así, la construcción de vivienda es la que mantiene un mejor ritmo con relación a otro tipo de edificaciones.

La buena noticia es que las obras con destino público vienen creciendo un mínimo, luego de caer durante tres años. Si bien es cierto, se trata de un porcentaje menor a un 1%, al menos da una luz de esperanza.

Esto por cuanto el gasto de capital no puede obviarse en una economía, ya que lejos de representar un despilfarro se trata de inversión y esta a su vez genera más puestos de trabajo.

Como bien lo ha dicho la Cámara Costarricense de la Construcción, dicho sector se torna estratégico para el crecimiento de la economía costarricense, porque genera un efecto en cadena en la manufactura, comercio, actividades inmobiliarias, entre muchos otros.

Entre los factores que pueden influir en una menor cantidad de proyectos de construcción se incluyen los precios de los insumos y materias primas utilizados, de las tasas de interés y del acceso al crédito al estar enlazado con el financiamiento para familias y desarrolladores.

La construcción privada se desaceleró durante 2022 y era de esperar que para este año tuviera un mejor comportamiento, pero empezamos mal y la esperanza es que pueda enderezarse.

No obstante, para que esto ocurra se necesita el apoyo del Gobierno en cuanto a la liberación de recursos para la construcción de obra pública y en el campo privado guarda más relación con las posibilidades de las empresas y la demanda de soluciones por parte de la población.

El hecho de que la construcción pueda tener la participación más baja dentro del Producto Interno Bruto de los últimos años debería ser un llamado de atención para todos.

Necesitamos sectores fuertes y fortalecidos que generen mayor crecimiento y fuentes de empleo, y sin duda la construcción es uno de ellos, de lo contrario, hablar de que hay un mayor dinamismo económico se queda únicamente en un discurso sin sustento.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Miércoles 20 Septiembre, 2023

HORA: 12:00 AM