Un aparente asalto habría sido el móvil del homicidio de César Olivas Granados, un profesor y exadministrador del Centro de Atención Institucional (CAI) Marcus Garvey en Limón.
Su familia lo vio por última vez la noche del jueves 21 de noviembre cuando salió en carro de su casa, que se ubica en la ciudad de Limón, con la intención de realizar una diligencia.
Sin embargo, la tarde del domingo 24 su cuerpo fue encontrado flotando en un río en la comunidad de Puente Negro en el cantón de Guácimo, a más de 83 kilómetros de su vivienda.
En el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informaron que en la revisión preliminar del cadáver los agentes se percataron de que estaba con las manos atadas hacia atrás, pero no le encontraron lesiones visibles de arma blanca o de fuego, por lo que remitieron el cuerpo a Medicatura Forense para que mediante la autopsia se determine la causa de su muerte ya que por la forma en que apareció el caso se trabaja como un homicidio.
DOS DÍAS
Ariel Olivas Granados, uno los cinco hermanos del fallecido, conversó con DIARIO EXTRA y contó que la noche del jueves estuvo compartiendo con César, de 46 años, y después lo vio salir de la vivienda en la que reside con su hijo. César manifestó que en pocos minutos regresaría, pero no detalló hacia dónde se dirigía.
“Era temprano, yo me acosté a dormir como a las 9:30 p.m. por eso no me di cuenta de que él no había regresado. El viernes en la tarde mi sobrino me preguntó si ya había llegado a la casa y le respondí que no, que seguramente andaba dando clases y llegaba más tarde. Fue ahí cuando me dijo que desde el jueves que salió no volvió”, narró.
De acuerdo con Olivas, en ese momento se asustó y comenzó a pensar lo peor, pues nunca antes su hermano había hecho algo así, es decir, irse y mantenerse tantas horas sin comunicarse con su familia.
Debido a lo anterior se dirigió de inmediato a la delegación del OIJ en Limón para solicitar ayuda e interponer la denuncia por desaparición.
Lamentablemente la familia del educador recibió la peor noticia de su vida la tarde del sábado luego de que una conocida que vive en Guácimo los llamara para informarles que había un hombre flotando en un río y que podría tratarse de César.
En el OIJ informaron que fue un hombre que tiene una finca agrícola en la zona quien iba caminando cerca del afluente y observó el cadáver, por lo que de inmediato dio aviso a las autoridades.
Los paramédicos de Cruz Roja se presentaron a la escena, y confirmaron que el cadáver estaba en proceso de descomposición.
Olivas agregó que mientras la escena estaba siendo atendida por los agentes judiciales, la familia les envió una fotografía y en ese momento confirmaron que lamentablemente se trataba de su hermano.
Según detalló Olivas, nunca antes César les manifestó que tuviera problemas con alguna persona o que lo hubiesen amenazado, por el contrario, siempre fue una persona muy querida por sus vecinos y amigos.
“Yo sé que la gente tiene el estigma de que Limón es como lo peor del mundo, obviamente hay mucho desempleo, pero no es así. Mi hermano era una persona que no tenía ningun contacto con ese tipo de personas, él fue un hombre que nunca tuvo problemas con nadie. De hecho, a todos los conocidos les preguntamos y pedimos que nos dijeran si él estaba haciendo algo malo y nos confirmaron que no. Para todos César era una gran persona, nosotros asumimos que el móvil fue un asalto”, sostuvo.
Olivas agregó que, en apariencia, el carro de su hermano apareció en una chatarrera ubicada en Guácimo, sin embargo, esa es una información que las autoridades todavía no la confirman.
ERA MUY ALEGRE
La noticia no solo tiene consternada a la familia de César, pues sus amigos, excompañeros de trabajo y estudiantes también lamentan lo ocurrido.
Olivas detalló que el ahora fallecido siempre fue el más alegre del grupo familiar, el que sacaba chistes de todo y a quien le encantaba cocinar para sus seres queridos.
“La gente de afuera siempre dijo que César era un amor, muy hospitalario. Los alumnos lo querían mucho, como profesor era estricto, pero también cariñoso, siempre organizaba cosas de comer con ellos, les cocinaba para llevarles y ese era mi hermano, ese tipo de persona”, contó.
TRABAJÓ EN CÁRCEL
César Olivas era administrador, profesión que lo llevó a ocupar un puesto en esa área en la cárcel limonense donde estuvo laborando durante cinco años. Allí trabajó hasta diciembre de 2018 cuando presentó su renuncia para dedicarse a la docencia, según explicaron en la oficina de prensa del Ministerio de Justicia y Paz.
En tanto Olivas comentó que su pasión por la educación comenzó hace cinco años y laboraba en el Colegio Universitario de Limón.
En medio del dolor este lunes la familia veló el cuerpo en una funeraria local y hoy realizarán una despedida para proceder con la cremación del cadáver.
PERIODISTA: Mónica Matarrita Mora
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Martes 26 Noviembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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