El control político en C.R.
Lic. Efrén Arauz Centeno
Nuestra Carta Magna establece, en su artículo 121 incisos 1 y 23, que corresponde a la Asamblea Legislativa aprobar las leyes, derogarlas, modificarlas y ejercer el control político de la nación.
Ahora bien, la Asamblea está representada por partidos políticos que a su vez se conforman por grupos de presión. ¿Qué pasa cuando no hay buenos representantes populares en el Congreso, por su forma de escogencia y otros elementos? ¿Cuando el sistema de partidos políticos está en absoluta decadencia?
Hoy por hoy, los que quedan están en una crisis total, a manera de ejemplo, el bipartidismo tradicional se agotó, aquí y en el resto del mundo no se reencontraron ni se replantearon nuevas ilusiones, nuevos programas, el PLN ni siquiera ha podido reunirse para hacer un análisis de su situación, al PUSC lo absorbió el PAC, agrupaciones seriamente divididas, Acción Ciudadana aspira a un gobierno de unidad nacional después de la catástrofe en la Administración anterior, con un conglomerado improvisado en donde todos hablan diferentes idiomas, esperemos que los males que se avecinan no sean mayores que los del gobierno anterior, Restauración se encuentra dividido, es un partido familia, una secta religiosa, uno lo quiere para sus hijos y el otro líder apuesta a milagros de la providencia para continuar siendo su candidato, ambos sin ideas ni propuestas claras, el Frente Amplio y el Movimiento Libertario murieron por completo en esta última campaña, el PIN, flor de un día, en fin, no nos queda nada…
Ahora bien, ¿qué hay? ¿Grupos de presión? Las cámaras patronales apuestan a sus intereses económicos, reclaman que no existe un plan de reactivación económica, y ciertamente no existe, el gobierno solo habla de reforma fiscal y este año se le irá a la Asamblea discutiendo ese tema con un futuro incierto, los sindicatos ya lanzaron su grito de guerra, anuncian huelgas próximamente y mientras tanto qué. ¿Los medios de comunicación colectiva? Giran en torno a sus propios intereses. ¿Las redes sociales? Están desarticuladas y han sido un derecho a la crítica aislada.
¿La otrora sociedad civil? Igual, desapareció. ¿Hacia dónde vamos? ¿Quién ejerce el control político? ¿Qué queremos y cómo lo queremos hacer?
Ese es el tema de nuestros días y es hora de que participemos todos, estamos a tiempo.
