El amanecer de este miércoles no fue el mismo para decenas de familias que presenciaron el momento en que un infierno se desató y redujo a cenizas las humildes viviendas en que residían en Los Sauces de Guararí, Heredia.
Justamente cuando el reloj marcaba las 2:38 a.m. comenzaron a escucharse los gritos de desesperación de 532 personas que pese a los intentos por salvar sus pertenencias no les quedó otra opción que salir corriendo con lo que tenían puesto y dejar que las llamas acabaran con sus cosas.
De acuerdo con los datos brindados por el Cuerpo de Bomberos, en total el fuego arrasó con 130 viviendas humildes, afectación que alcanzó los 8.400 metros cuadrados.
A pesar de la magnitud de la emergencia, afortunadamente en el lugar las autoridades no reportaron personas fallecidas a causa de las llamas, únicamente 17 lugareños afectados por inhalación de humo o crisis nerviosas, así como 8 socorristas del Cuerpo de Bomberos que requirieron atención de los cruzrojistas.
CAOS
Mientras todos dormían en uno de los inmuebles comenzó el fuego por razones que hasta ayer seguían investigando los expertos de Bomberos.
Al parecer, la propietaria salió pidiendo ayuda a los vecinos, pero a pesar de que muchos sacaron mangueras para contener las llamas estas comenzaron a avanzar rápidamente.
En ese momento los lugareños llamaron al servicio de emergencias, de donde despacharon nueve unidades de las estaciones de Heredia, Santo Domingo, Tibás, la Central en San José y Pavas, para un total de 100 bomberos.
Ronny La Touche, del Benemérito, explicó que la magnitud del siniestro era tan grande que les tomó aproximadamente tres horas poder extinguirlo, siendo que a eso de las 7 a.m. ya estaba completamente controlado.
“Se hace una estrategia para trabajar el fuego en sectores, en este caso se divide en cuatro áreas. Inicialmente teníamos trabajos desde el sur hacia el norte y luego desplegamos otra parte del equipo para atacar de norte a sur y ambas estaban limitando la propagación del fuego de este a oeste. La preocupación y lo que procuramos inicialmente era que el fuego no se hiciera más grande”, explicó.
De acuerdo con La Touche, además del material con que están construidas esas viviendas, los fuertes vientos que vienen azotando al país empeoraron la situación, pues provocaron que el fuego creciera rápidamente y alcanzara los otros inmuebles en cuestión de segundos.
“Es sabido que las condiciones socioeconómicas en estos sectores son bastante incómodas, con pasadizos estrechos que hacen que la propagación del fuego sea fácil, incluso no tiene que haber contacto directo del fuego, sino que al estar tan cerca otra casa se enciende por la intensidad del calor. Es una trampa difícil de acceder para nosotros de noche, con fuego y a oscuras, hay que romper paredes y abrir latas para buscar dónde está la base del incendio”, sostuvo.
Durante la mañana de este miércoles las labores de los apagafuegos continuaban en la escena para controlar los focos de calor que seguían activos y evitar una tragedia mayor. En total los socorristas lograron salvar de las llamas un área de 57 mil metros cuadrados.
En las primeras semanas de este año el Cuerpo de Bomberos ya registra 900 emergencias por fuego en el país, de ellas 63 ocurrieron en estructuras.
ANSIEDAD Y CRISIS
En Los Sauces de Guararí también fue necesaria la presencia de los paramédicos del comité local de Cruz Roja, pues pese a que no hubo víctimas mortales muchos necesitaron atención.
Melvin Hernández, del Benemérito, detalló que durante el siniestro en total se atendieron a 17 vecinos de la zona afectada, entre ellos cuatro menores de edad.
“Las atenciones han sido principalmente por casos de ansiedad, crisis nerviosas de muchas personas y también por problemas respiratorios por la inhalación de humo, sin embargo ninguno de gravedad. Se trasladaron tres pacientes, dos por inhalación de humo y uno por un trauma en una de sus extremidades superiores”, comentó.
Además, 8 funcionarios del Cuerpo de Bomberos también requirieron atención. Entre ellos se incluye a uno que estaba en las labores de extinción y sufrió una caída que le provocó un golpe importante a nivel facial.
Según explicó Hernández, debido a esta herida lo trasladaron al Hospital San Vicente de Paúl para que lo revisaran los doctores y se descartara una lesión mayor.
INVESTIGAN
Una vez que las llamas se extinguieron el equipo de investigación del Cuerpo de Bomberos comenzó las labores de escombreo para buscar cualquier evidencia que les permita determinar qué inició el infierno.
Un equipo de DIARIO EXTRA estuvo en el lugar de la tragedia, donde los lugareños aseguraron que las llamas comenzaron dentro de la casa de una mujer que fue la primera en pedir ayuda.
Su vivienda se ubica cerca de una de las entradas al caserío donde los expertos centraron su atención y comenzaron a levantar latas para esclarecer con exactitud qué pasó.
ALBERGUES
Ante la situación que enfrentan estas familias la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) habilitó dos albergues temporales para que los damnificados tengan dónde pasar la noche durante los próximos días.
Las instalaciones que se utilizaron para esto son el gimnasio Bernardo Benavides en San Francisco de Heredia y otro más en el Liceo de Los Lagos. Cada uno con capacidad para atender a 130 personas.
“Ante este gran incendio coordinamos con el Comité Municipal de Emergencias de Heredia, así como con instituciones y organizaciones comunales, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) que trabajan en la comunidad para la facilitación de la asistencia humanitaria a esta población”, dijo Alexander Solís, presidente de la CNE.
Agregó que gran parte de los afectados se movilizaron a casas de familiares, mientras que a los albergues enviaron 200 diarios junto con 600 cobijas, 600 colchonetas, 600 espumas y 500 pichingas de agua.
Por su parte, Juan Luis Bermúdez, ministro de Desarrollo e Inclusión Social y presidente del IMAS, informó que se destinará un monto inicial de ¢100 millones para atender las necesidades de los afectados, tales como alimentación, ropa, enseres básicos y el pago de alquiler para vivienda temporal.
EL MÁS GRANDE
En el Cuerpo de Bomberos revelaron que debido a los 8.400 metros cuadrados que se vieron dañados por las llamas, este incendio se convirtió en el más grande atendido en asentamientos durante los últimos 10 años en el país.
A esta emergencia le sigue la ocurrida en noviembre de 2016 en León XIII de Tibás, San José. Ahí un siniestro consumió 100 viviendas humildes ubicadas en un área de 3.000 metros cuadrados. Tras controlar las llamas los apagafuegos determinaron que lamentablemente seis personas se habían calcinado.
Asimismo, según los datos del Benemérito, este incidente de Guararí, Heredia, es tres veces más grande que el ocurrido en setiembre de 2019 en El Pochote de Barrio Cuba, San José. En esa ocasión las autoridades reportaron una afectacion en 1.000 metros cuadrados y tampoco hubo personas fallecidas.
Otra tragedia que conmocionó al país fue el siniestro que acabó con la vida de 7 personas en una cuartería de 320 metros cuadrados en La Carpio de La Uruca, San José. Este hecho se registró la madrugada del 13 de abril de 2019 mientras todos dormían, siendo que solo ocho personas lograron escapar del fuego por medio de un hueco que hicieron en una pared, esto porque el inmueble tenía solo un acceso el cual quedó bloqueado por los escombros.
Sobreviven de milagro
Gritos los salvan
Mariluz del Socorro Galeano y su familia lograron salir con vida del siniestro, gracias a los gritos de sus vecinos, que los levantaron de la cama. Comentó que el incendio comenzó a pocos metros de su casa, pero en un abrir y cerrar de ojos ya tenían las llamas encima.
“Todos estaban dormidos, solo se escuchaba a una muchacha que gritaba ‘¡salgan, salgan que se está incendiando!’. Cuando salimos a poner una manguera para apagar el fuego ya no había nada que hacer, salimos con lo que teníamos puesto”, narró.
Eligen vivir
En una tragedia como esta las víctimas deben decidir entre salvar su vida o sus pertenencias. En esta ocasión afortunadamente todos eligieron vivir, tal es el caso de Yarell García Rivas y familia.
Aseguró que todos estaban dormidos cuando escucharon un escándalo y al revisar su casa observó que las llamas alcanzaban el techo.
“Nos levantamos y la gente corría para todos lados. Mi mamá me llamó. La ayudé a salir porque usa bastón y sacamos el tanque del gas, agarré a las bebés y salimos todos tomados de la mano. No sacamos nada, le dije a mi mamá: ‘Salvemos la vida, lo demás podemos recuperarlo’”, detalló.
Visita termina en susto
Esta semana Genaro Robles, otro de los afectados, recibió a su hermano, quien decidió visitarlo sin imaginar la tragedia que presenciaría junto a su familia.
Tras el siniestro Robles regresó a su casita para ver qué podía rescatar, sin embargo en la revisión se convenció de que no había nada que hacer.
“Salimos bien, gracias a Dios, pero no pudimos sacar nada. Aquí vivimos cinco personas, pero en el momento del incendio estaban solo mi hija, mi hermano y yo”, declaró.
Agregó que su esposa y otro de sus hijos están de viaje en Nicaragua, por lo que al recibir la noticia se mostraron muy afectados al saber que cuando regresen al país no tendrán dónde quedarse.
Mascota lo despierta
Otro de los que lo perdieron todo son César Gutiérrez, su esposa y su hijo menor de edad. En su caso dijo que solo tuvo tiempo para sacar una pantaloneta y lo que llevaba puesto.
“Nosotros tenemos un perrito y estaba ladrando mucho, mi hija se despertó y fue la que me avisó. Yo pensé que los ladridos eran por una bronca, pero cuando vimos teníamos las llamas encima”, manifestó.
Añadió que por temor a que le invadan el terreno se quedará para vigilar y ver si existe la posibilidad de levantar su casa nuevamente.
Perdió los útiles
En esta época del año muchas madres ya compraron los útiles para el inicio del curso lectivo. Karla Gómez es una de ellas y desde hace varias semanas venía adquiriendo artículos escolares para sus hijos, sin embargo este miércoles vio cómo las llamas redujeron a cenizas su esfuerzo.
“La fe es que las autoridades nos puedan ayudar. Ya vienen las clases y estamos sin casa ni comida. Habíamos comprado parte de los útiles escolares, pero ya no hay nada, todo está en cenizas”, afirmó.
Cocina en llamas
Yamina Montenegro Martínez relató a DIARIO EXTRA que desde hace 12 años vive en Los Sauces de Guararí y lo que la salvó junto a sus hijos es que uno de los pequeños se despertó para pedirle que le hiciera un chupón.
Debido a esto se levantó y abrió la puerta del cuarto, pero al llegar a la cocina vio que estaba envuelta en llamas.
“El fuego estaba del lado de la refri y se dirigía hacia el techo, lo único que hice fue devolverme, alzar a mis hijos y salir”, manifestó la mujer, quien asegura que las llamas iban detrás de ellos.
Les tiraron piedras
A la familia de María Corea lo que la salvó fue que sus vecinos, desesperados por la magnitud del incendio, comenzaron a tirar piedras en los techos para que despertaran a los que seguían durmiendo.
De acuerdo con la damnificada, cuando se disponían a salir del inmueble las llamas los tenían atrapados, por lo que no les quedó más que tirarse por un río para salir a la calle.
Corea y sus hijos se quedarán en la casa de una amiga que se ofreció a darles posada mientras consiguen dónde vivir.
Ayuda a bomberos
En medio de la tragedia hubo quienes decidieron apuntarse para tenderles una mano a quienes más lo necesitan. Una de esas personas es María Isabel Morales, quien no lo pensó dos veces para habilitar su casa para los socorristas del Cuerpo de Bomberos.
“Decidí abrirles las puertas y aquí están ellos. Los hemos atendido con café, pancito, fresco y en todo lo que hemos podido ahí hemos estado ayudando. Eso lo trae uno en el corazón, uno lo hace con todo el deseo de ayudar porque hoy estamos y no sabemos mañana qué nos pueda suceder”, expresó.
Esta no es la primera vez que Morales tiene un gesto como este, pues meses atrás en la comunidad se produjo otro incendio y ella también puso su casa a disposición de los apagafuegos.
Regalan café y pan
Otro que decidió colaborar con la causa es el vecino Geovanny Villafuerte. Él y varias lugareñas se organizaron para desde la madrugada comenzar a repartir café y pan a los afectados.
“A eso nos llama el Señor, a ayudar al prójimo. Vimos la tragedia y nos reunimos para ayudar a la gente con recursos propios. Un café para que agarren fuerza, es un pequeño granito de arena”, indicó.
PERIODISTA: Mónica Matarrita Mora
CRÉDITOS: Fotos: David Barrantes y Jesús Ramírez
EMAIL: [email protected]
Jueves 16 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
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