El Ministerio de Seguridad Pública anunció que aplicará un cambio en el protocolo de atención a casos de violencia intrafamiliar con el fin de dar una mejor atención y evitar que se termine en lamentables femicidios.
Dentro de esos cambios está el hecho de decomisar cualquier arma de fuego que haya en la casa, aunque el sujeto cuente con el permiso de portación y esté inscrita legalmente.
“Aunque el agresor tenga el permiso de portación de arma y demás, ante una situación de violencia intrafamiliar, la policía tiene la obligación de decomisarla y ponerla a la orden del juzgado”, indicó Michael Soto, ministro de Seguridad.
Además se incorpora el tema del seguimiento del caso, es decir que haya una constancia de la visita, incluso se va a llenar un formulario que será entregado a las autoridades judiciales para que en caso de que se presente alguna situación, también esté esa constancia.
El jerarca destacó que es urgente atender esas situaciones, ya que él pudo constatar en uno de los megaoperativos que a la central del 9-1-1 de cada 10 llamadas que ingresaban, cinco eran por temas de violencia intrafamiliar.
Otro de los cambios es que los oficiales que atiendan este tipo de situaciones deberán hacer una valoración de riesgo que permita determinar si es necesario hacer planes de emergencia o incorporarlos en programas de intervención especializada.
Todo esto significa que en la academia de policías recibirán 40 horas de formación en este tema, lo cual mejorará la atención de las víctimas.
Por su parte Patricia Mora, ministra de Condición de la Mujer, destacó el gran paso que puede significar eso, aunque enfatizó que debe educarse a las nuevas generaciones para eliminar las conductas machistas que llevan a las agresiones.
