Diario Extra - Democracia viene a menos en Costa Rica

El autoritarismo amenaza a Centroamérica, mientras que en Costa Rica el sistema democrático viene en decadencia.
El VI Informe Estado de la Región del Programa Estado de la Nación plasma la preocupación regional en los últimos cinco años con la pérdida de la democracia.
Además muestra a Nicaragua como un sistema autoritario, mientras que El Salvador, Guatemala y Honduras son híbridos.
Aunque Costa Rica no se cita entre esos regímenes, el analista político Pablo Barahona dijo que la democracia es un sistema que no está ajeno a las críticas cuando no se responde a los ciudadanos.
Indicó que nuestro país dejó de estar entre las excepciones y que el entorno de la región incidiría en la administración costarricense.
“No se resuelven los problemas, hay gente con hambre, con falta de libertades, que está quebrando en sus negocios y en su forma de sentirse frente a la vida realizada como persona. Desde luego que eso genera insatisfacción en tema de política.
La democracia viene a menos en la región y Costa Rica dejó de ser una excepción a la regla de ser la Suiza centroamericana. Costa Rica es igual a un país emproblemado, con un problema de pobreza que no es endémica, pero que sí es muy severo y no hemos podido responder”, añadió.
El especialista hizo críticas al estudio al señalar que no se descubrió nada y confirma aspectos que ya se saben por percepción ciudadana y no por mediciones en estudios de la región.
Dijo que el nuestro es un país sobrediagnosticado, donde la democracia no resuelve el problema de los de a pie, sino de aquellos que están bien por acumulación de riqueza.

EL INFORME

El VI Informe Estado de la Región reveló que las condiciones para la democracia retroceden en Centroamérica. Señala que el sistema político es débil, inacabado y susceptible a retrocesos.
Señala además que a partir de 1990 comenzaron a notarse retrocesos significativos en perjuicio de la democracia, especialmente en Honduras y Nicaragua.
El investigador Ronald Alfaro dijo que los retrocesos se deben a que el sistema democrático carece de arraigos y en aquellos donde los hay son frágiles y vulnerables.
Aseguró que desde 2010 las condiciones materiales para la democracia retrocedieron notablemente, al punto de materializarse en problemas como la falta de transparencia y anomalías en elecciones.
“En Nicaragua y Honduras hubo una involución en los procesos electorales observados en 2010 y 2018, principalmente porque no hay órganos independientes que garanticen el ejercicio de los derechos políticos electorales.
La falta de estas condiciones materiales ha derivado en regímenes democráticos difíciles de consolidar en la región, que se enfrentan a un poder infraestructural débil. Este poder infraestructural es la capacidad de los estados de proveer algunos servicios públicos, como el de justicia.
En este sentido la corrupción representa un gran riesgo para la democracia en Centroamérica y República Dominicana, pues amenaza directamente la construcción de estados de derecho sólidos”, explicó.

ACTITUDES ANTIDEMOCRÁTICAS

Otro de los hallazgos del VI Informe Estado de la Región es el de las actitudes contradictorias con la democracia porque hasta 2004 el grupo conocido como “ambivalentes” representó una cuarta parte de la población en Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana.
Sin embargo entre 2004 y 2018 los ambivalentes engrosaron el grupo entre el 7% y el 14%.
Alfaro afirmó que Costa Rica continúa con índices de tolerancia media en cuanto al apoyo democrático, pero especificó que no escapa de la tendencia regional porque el nivel de legitimidad decreció de alto a medio.
“Las personas ambivalentes representan un riesgo para la democracia en tanto sus creencias en ella carecen de bases sólidas y en un contexto electoral ese desarraigo podría ser capitalizado por grupos antisistema.
Un escenario ideal para la democracia lo componen personas que la apoyan y son altamente tolerantes, pero ese perfil de persona demócrata liberal muestra una disminución paulatina, sin excepción, en el istmo y República Dominicana”, acotó.
Un hallazgo preocupante es que quienes apoyan la democracia en Centroamérica y República Dominicana, los sectores medios y de mayor escolaridad, no son más demócratas que el resto de la población, excepto en Costa Rica.
Señala además que los resultados revelan un terreno poco fértil para la democracia en la región.