No tiene precedentes la historia de Diana Saray Alcaraz, mexicana con cédula de residencia tica que tiene 11 días de vivir en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría por la inoperancia de las autoridades migratorias nacionales.
Diana, de 35 años, tiene 2 hijos, uno de 10 y una niña de 3, procreados con su esposo, quien es de nacionalidad costarricense al igual que la pequeña de 3 añitos.
La familia tenía 3 años viviendo en México, sin embargo decidieron regresar a Costa Rica producto de la pandemia por el Covid-19 y la falta de empleo.
Ellos empezaron a hacer las gestiones y realizar los trámites con el consulado tico en el país azteca para volver.
El 15 de junio su esposo y sus dos hijos lograron viajar a suelo nacional, pero ella no pudo hacerlo porque su cédula de residencia estaba vencida desde el 8 de abril del 2019.
Una vez superado el escollo y arreglado el problema con el vencimiento de la cédula, el 16 de agosto el consulado tico en México le comunica que ya podía viajar a Costa Rica, lo único que debía hacer era comprar un seguro del INS por $158 (95 mil colones) que le cubría del Covid por 33 días, además de presentar el certificado de nacimiento de sus retoños.
Cuando Diana tuvo todo listo, los cónsules Joshua Céspedes y Alfredo Pizarro le indicaron a la aerolínea Volaris que podían darle el tiquete en un vuelo humanitario hacia Costa Rica.
Diana partió a nuestro país el 29 de agosto con el anhelo de reunirse con su familia.
RECHAZO
Una vez en el país y al pasar por la ventanilla de Migración en el Aeropuerto Juan Santamaría, el oficial se dio cuenta de que ella es residente permanente, le dijo que está inactiva con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y por lo tanto debía ser rechazada porque no tiene seguro.
La apartaron de la fila, la llevaron a una sala y le dieron a firmar un acta de rechazo, lo cual no hizo, pues sabía que era su boleto de regreso a México, donde decía que no la aceptaban porque “no presenta seguro social al día con la CCSS”.
PRESENTA RECURSO
En una sala de abordaje, sola y sin poder hacer nada, se comunicó con su esposo quien la esperaba afuera de la terminal aérea.
Le explicó que la iban a devolver a tierras aztecas, pero como no había vuelos en ese momento la tenían esperando.
Fue así como el marido, Jairo Jaén, decide presentar un recurso de hábeas corpus solicitando que le devuelvan la libertad a su esposa, pero la Sala Constitucional, pese a que se estila la resolución en 24 horas, no lo resuelve hasta el 7 de setiembre y lo hace en contra.
SE EQUIVOCAN
Para entonces la situación estaba más que complicada con Diana, pues fue llevada hasta una habitación en el aeropuerto donde no podía salir, tenía cama, las tres comidas, su celular para hablar con el esposo, pero de Migración y Extranjería no le decían nada.
“Ante la impotencia que vivíamos mi esposo decide escribir a la Dirección General de Migración y Extranjería indicándole que por favor me dejaran en libertad, que yo no era una delincuente y que mi seguro estaba inactivo, no vencido, que son dos cosas muy distintas, pues vivimos por tres años en México y no lo ocupaba.
La contestación de Migración fue que en sus registros yo aparecía que ya había ingresado desde el 20 de agosto, cuando aún me encontraba en México y por eso no podían hacer nada”, explicó Diana.
DEFENSORA LA VISITA
Este lunes, Catalina Crespo, defensora de los Habitantes, fue a visitarla y previo a la conversación las autoridades migratorias le dieron a Diana un paseo por el aeropuerto, pese a que por 10 días no la movieron.
“De seguro hicieron esto porque la defensora llegaba y no querían que le dijera lo ocurrido”, dijo.
La defensora quedó en ayudarle a conversar con las autoridades de Cancillería, con la directora de Migración Raquel Vargas e incluso con el ministro de Gobernación y Policía, Michael Soto, ya que en su caso hay atropellos e irregularidades.
De hecho, una vez que la defensora se fue, llegó Luis Pérez, oficial de Migración, quien le dijo que ya había una modificación en el decreto de ingreso al país “Reforma al decreto ejecutivo número 42513-MGP-S del 31 de julio de 2020 denominado Medidas de Adaptación para el Ingreso de Personas Extranjeras al Territorio Nacional Vía Aérea o Marítima bajo los supuestos permitidos en el marco de la emergencia nacional sanitaria por Covid-19”.
Este añade que los extranjeros residentes ya no tendrían problemas con la CCSS.
Diana le cuestionó por qué la hicieron comprar el seguro del INS y el oficial le explicó “que si tenía el seguro, eso le hubiese ayudado a evitar el problema”.
Ella le respondió que “no me dieron tiempo de explicar que lo tenía, simplemente me llevaron detenida a la sala y no me dejaron defenderme”.
CONDICIONES
Pareciera que ante el nuevo decreto la salida del cautiverio es casi inminente. “Estoy en un cuarto, tiene cama, baño, tiene vigilancia 24 horas dada por la aerolínea y se hacen cargo de mis comidas, pinto al desayuno, almuerzo un casado y de cena les solicitó sándwich y te.
Durante todos estos días no pude salir, hasta hoy (ayer) que me ofrecieron salir a caminar en el aeropuerto. Converso por teléfono con mi familia, el martes entró un abogado para darle poderes legales y hoy llegó la Cruz Roja a revisarme”, explicó la mujer.
PERIODISTA: Alexander Méndez
CRÉDITOS: Fotos: Diana Alcaraz
EMAIL: [email protected]
Martes 08 Septiembre, 2020
HORA: 12:00 AM
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