Una campaña para la voluntad
Licda. Ana Lourdes Golcher González*
Los costarricenses estamos a pocos días de elegir al presidente de la Republica y con él a su equipo de ministros y jerarcas. En los programas de gobierno de los candidatos que aspiran a la presidencia se proponen diversas soluciones para los principales problemas nacionales: el desempleo, la pésima infraestructura, la inseguridad ciudadana y el déficit fiscal, entre otros. Pero hacer posibles estas soluciones en la práctica es el reto más difícil porque ninguno de los programas contiene una campaña para ganarse la voluntad de los encargados de ejecutar las soluciones. ¿De qué sirve una lista de remedios si los que deben aplicarlos no están motivados para hacerlo? O peor aún, no están convencidos de que son parte de la solución. Veamos: Generar empleo sin inversión es prácticamente imposible. Pero ¿somos un país que la atrae y la facilita? Un grupo de inversionistas quiere montar una empresa en zona franca, pero depende de varias instituciones para hacerlo, después del largo calvario que esto supone, algo tan sencillo como una firma de autorización para que inicien operaciones podría demorar varios meses. Increíble pero cierto. ¿Quién podría solucionar esto? Soy testigo de que la gestión dentro de las instituciones depende más de los mandos medios que de los jefes o jerarcas y son los mandos medios los que pueden generar el cambio que necesitamos para avanzar. La famosa simplificación de trámites sigue siendo un sueño anhelado pero incumplido. Muchos de los requisitos que solicitan las instituciones podrían verificarse en línea: partidas de nacimiento, hoja de delincuencia, estar al día en el pago de impuestos o al día en las obligaciones con la Caja, estar incorporado a un colegio. Hay requisitos absurdos como el examen de un psiquiatra para verificar que el solicitante de una patente de licores no esté loco. ¿De verdad necesitamos tantos requisitos para operar un negocio en este país? ¿Cuánto tarda un nuevo futbolista de un equipo local en sacar su permiso de trabajo? ¿Cuánto tarda el inversionista que genera empleo y riqueza en el país? ¿Tenemos las prioridades en orden? En cuanto a la infraestructura hemos visto una total descoordinación entre instituciones. En diciembre se terminó de pavimentar la carretera a Las Nubes de Coronado y quedó muy bonita, fue un buen trabajo, hasta que llegaron a romperla para instalar la nueva tubería sanitaria. Ahora es un rompecabezas lleno de parches. La nueva tubería sanitaria es muy importante, pero hubiese sido mejor instalarla primero antes de pavimentar. Esto pudo coordinarse si las instituciones encargadas de la infraestructura del país tuvieran comunicación entre ellas. Pero evidentemente no la tienen y créanme que no es el ministro ni el presidente ejecutivo de estas instituciones los que tienen que ponerse de acuerdo, sino los encargados de ejecutar estos proyectos. En cuanto a la inseguridad nos parece que la unificación de la policía que proponen algunos partidos es lo mejor, no podemos seguir permitiendo que asalten o maten a una persona frente a un policía y este no haga nada porque “no le toca”, “no está entre sus funciones” o está asignado solo para cuidar una delegación diplomática o un ministerio. Pero esta unificación va a necesitar una buena campaña de sensibilización y convencimiento para todos los involucrados o de lo contrario quedará dentro del 70% de las promesas de campaña que estadísticamente queda sin cumplir. El déficit fiscal es un problema complejo, que requerirá una reforma grande para poder contener o limitar el gasto estatal y no solo en la renegociación de convenciones colectivas que nos resultan costosas, también en la revisión de los presupuestos, gastos superfluos, asesorías innecesarias, viajes y otros gastos que pueden eliminarse. Eso y una mejor recaudación de los impuestos existentes, pero también y como estamos prácticamente en quiebra se requerirán nuevos tributos, negar esto es engañarse. Para hacer nuevamente solvente a nuestro país será necesaria una campaña de concientización para que todos volvamos a tener la voluntad de pagar impuestos, los viejos y los nuevos que vengan, porque a raíz de todos los acontecimientos de corrupción esa voluntad desapareció. Una tarea grande y compleja que nos involucra a todos y que debemos delegar mediante nuestro voto en quien tenga los mejores atributos para lograrlo.
*Abogada litigante
Las opiniones antes expresadas corresponden únicamente al autor y no representan la posición oficial del Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica.
