Lunes 20, Mayo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

El diluvio que viene

Jaime Hernández

Lloverá fuerte. Más que ayer en los alrededores de mi casa. (Pensé que la casa se correría unos metros.) Aún cuando pase la estación lluviosa lloverá con ganas. Y será mucho peor para quienes como yo la política, y el modo en que se practica en nuestro país, nos ha convertido en descreídos, en impermeables, en amargadillos.

No va a ser una estación saludable. Café en ristre prometí junto con un amigo ponerme en pausa por ocho semanas y hete aquí que en una cena hace un par de días terminé por involucrarme en una discusión sobre política nacional. Lo que correspondía era pedir otra copa de vino y sonreír tontamente. Eso fue lo que me prometí. Pero abrí la boca. Fue ahí que supe del diluvio que viene. 

Vienen los comercialitos con música cursi y chicos y chicas con banderitas que caminan hacia un futuro mejor. Sonríen y se acercan a su candidato como una familia feliz. Suena Patriótica. Atardecer furioso. Candidato sonríe. Imagen que se congela. Slogan con algo así como: amanezcamos juntos o este país es mío o vendamos el futuro a quien lo merece. 

Vienen largas semanas de yo no fui fue Teté. Fotocopias, videos, fotografías, palabras dichas en 2001 con banderas diferentes. Campos pagados negando la fotografía o aquellas palabras. Cuando dije eso lo que quise decir fue aquello. 

Nunca faltará el candidato junto al Papa, o cargando alguna virgen (por favor, ¿alguien se acuerda?), el candidato en misa junto a su familia, visitas a cementerios, todo lo que le asegure al tico medio que nada se moverá un ápice de donde está. Todo permanecerá igual porque somos un pueblo de arraigadas tradiciones. No habrá ningún género de cambios porque lo que importa es la familia. 

Vienen las visitas de candidatos a su  casa, cargando al bebé de alguna vecina, mientras suena música con mucha percusión. Besos, abrazos, sonrisas. La calle agitada con coreografías pegajosas. Siempre he dicho que ustedes necesitan ese puente. O casa, o carro, o acera. Él siempre lo pensó. Desde antes de que usted notara la necesidad. Más música. 

Vienen los foros. Y eso sí es aterrador porque es cuando nos enteramos que la mayoría de los candidatos no sabe hablar. Y aquel que sabe es porque tiene 20 años de decir lo mismo sin conseguir mucho, pero aún así quiere la presidencia. Preguntas sosas. Respuestas más sosas. Barras encendidas entre el público que aplauden todo lo que su candidato diga. 

Vienen las caravanas con tres pitazos seguidos. Es lo único que nos falta en la presa diaria. Son los candidatos a diputados que nadie sabe quiénes son y que harán cualquier cosa por obtener su voto. Yo a la asamblea, dirá alguna pegatina. Yo sé lo que usted necesita y lo obtendrá conmigo. Pi-pi-pííí. Viva yo. 

Los casos más sonados se diluirán en medio de todo eso y seguiremos sin saber nada de trochas ni de cementos orientales, ni de favores políticos, ni de calles que no se hacen. Alguno dirá que para qué más impuestos y - lo he oído decenios – es que hacienda no sabe cobrar. Vienen leyes impensadas como día del padre feriado, porque a estas alturas un voto por una ley que exija posiciones o controversia no será posible. 

La iglesia del estado hará sus llamados en los púlpitos, los evangélicos gritarán por quién votar en medio de sus peroratas y conseguirán ambos su cuota de poder en medio de aquel caos. Matrimonio universal, no. Educación sexual, no. Teoría de género, jamás. Investigaciones científicas, nunca. 

Y vienen los saludos navideños con arbolitos de navidad, tamales, agua dulce, nieve en las ventanas. Mucho amor, mucha alegría, chilindrines que suenan, manos en las del cónyuge, familias sonrientes.  Solo tengo un pecado, pero no es mi voluntad que así sea: soy viejo. Ya vi la película, y todas sus secuelas. Eso me convierte en un ciudadano de quien las encuestas no quieren dar cuenta. Cada vez que tengo la suerte de ser llamado para una de ellas (y yo me relamo pensando que me tendrán que oír) me cuelgan porque no pertenezco a ninguna población de interés estadístico tan pronto digo mi edad. 

PERIODISTA: Jaime Hernández

EMAIL:

Martes 26 Septiembre, 2017

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA