La inocencia de los niños está siendo utilizada por los traficantes de drogas, quienes han visto entre los alumnos de preescolar unos “aliados” para la comercialización de estupefacientes, principalmente en algunas unidades pedagógicas.
Aunque esta situación se ha presentado en casos aislados, se ha convertido en una preocupación no solo las autoridades académicas sino para los sindicatos como a Asociación Nacional de Educadores (ANDE) cuyos dirigentes han venido denunciando estas prácticas.
Rocío Solís, coordinadora del Departamento de Protección de la Niñez del Ministerio de Educación Pública (MEP) comentó que esta problemática no es propia de las instituciones públicas, ya que se ha identificado que también en los centros educativos privados la sombra de la droga acecha muy cerca de los jóvenes.
“La problemática general es que los grandes traficantes de droga han encontrado un campo muy rico en las instituciones educativas sin importar la edad de los menores que utilizan para llevar la droga o para vendérsela. Pues al tener a la población menor de edad cautiva en un solo lugar se vuelve muy atractivo para los hampones quienes llegan a ubicarse a las afueras de estos centros para hacer negocios”, explicó Solís.
PROBLEMA EN AUMENTO
La jerarca agregó que a pesar de las campañas que se han realizado, el problema de la droga en lugar de reducirse viene en aumento, lo que tiene en alerta al Ministerio.
Y es que este es un problema tan complejo y de tanto riesgo para los docentes, que estos no tienen la capacidad de reacción, ni los conocimientos necesarios para tratar de estos casos, por lo que se requiere un trabajo interinstitucional y por supuesto de la colaboración de los padres de familia.
“Los vendedores están ahí, a la salida de los centros educativos, en las esquinas, en los parques...”, dijo con preocupación Gilberto Cascante, presidente de Ande, quien hizo un llamado a los agremiados a denunciar cuando ven situaciones que podrían poner en riesgo la salud y la integridad de los jóvenes.
De igual manera, Solís hizo hincapié en el uso de las tecnologías para realizar estas denuncias, de manera que si alguien ve a una persona o carro sospechoso merodeando en las inmediaciones de un centro educativo, de inmediato dé la voz de alerta a las autoridades policiales a través del 911.
También pidió mayor vigilancia en los hijos, ya que los traficantes de droga no discriminan edad ni sexo, cuando escogen a sus víctimas.
