Costa Rica: la dictadura y la “prensa presa”

Miguel Gutiérrez Pizarro*

En primer lugar, pido al lector que me disculpe por mi expresión “prensa presa” si produce choque al pronunciarse, pero más preocupación deriva en la nueva intentona de la dictadura “narco-tica” instaurada en el poder público y que se afana en violar los derechos a todos los costarricenses. Ahora mediante la mordaza se nos quita el derecho de la prensa a investigar los casos de corrupción, impidiendo denunciarlos y así se garantiza impunidad perpetua a la mafia “polí-tica”. Esto demuestra nuestra tesis de la extinción de la democracia costarricense, la cual ahora solo se encuentra en los libros de historia como un viejo recuerdo del pasado de algo que perdimos ¡por no saber defenderlo como sí lo hicieron nuestros valientes abuelos en 1948! Y el pueblo amarrado con el bozal obligatorio está paralizado muerto de miedo viendo cómo hoy el combustible llega a casi los 1.000 colones por litro, el dólar con el precio histórico más alto, la deuda del Gobierno Central a 42.436 millones de dólares (70,37 % del PIB según la Agencia EFE) y miles de casos de corrupción que todos los días son denunciados y que los responsables nunca tocan la cárcel, la cual solo está destinada para pobres y para los enemigos del régimen opresor.

Pero la persecución contra la prensa no es reciente. El denominado cuarto poder de la República sufrió la pérdida de tres periodistas en La Penca y varios más heridos en 1984. Luego Costa Rica se conmocionó con el cobarde asesinato del periodista Parmenio Medina en 2001, famoso integrante del “escuadrón antichorizos” y que combatió con todas sus fuerzas a la dictadura desde su trinchera llamada “La Patada”. Poco después, en 2003, la reportera Ivannia Mora Rodríguez fue baleada y asesinada mientras conducía su automóvil en Curridabat. Paralelamente, la persecución contra los periodistas de denuncia y en general contra la libertad de prensa fue una constante. Como consecuencia, quien denuncia en Costa Rica tiene asegurada la persecución, la cárcel, la pobreza, el desempleo o cualquier otro fin que se le ocurra al dictador de turno.

Hace pocos días, el pasado 18 de mayo de 2022, La Extra sufrió un allanamiento atroz, uno más de la política continuada de ataques contra este medio valiente que denuncia corrupción de los gobiernos y de los polí-ticos de turno y que nos recuerda a la insigne La Prensa Libre, periódico Decano del periodismo nacional. Vale la pena recordar fuertes denuncias de nuestro Diario Extra como cuando se denunció la directriz DC-BR-103-2014 del Poder Ejecutivo que tenía el fin de controlar los contenidos de las informaciones que estarían disponibles sobre las actividades del gobierno para la prensa (Diario Extra, 23/10/2014). En ese mismo año, Diario Extra revela la labor de espionaje de la cual fue víctima y que quedó evidenciada en más de 200 páginas del expediente No.13-000115-1219-PE, para detectar quiénes habían sido las fuentes de información de los periodistas y que implicó el supuesto uso “de agentes de la Fiscalía de Crimen Organizado, la sección de Estupefacientes y hasta encomendaron a la Oficina de Análisis Criminal el estudio del espionaje telefónico” (Diario Extra, 20/01/2014). En 2019, fue constante la intromisión gubernamental en los medios de prensa, por ejemplo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó la resolución 228/2018 de la Oficina de Control de Propaganda emitida contra Diario Extra “como una intromisión a la línea editorial, una decisión errónea por confundir definiciones y un intento de imposición de contenido” (Diario Extra, 10/01/2019). A inicios de 2020 el país se ve sacudido por el escándalo de espionaje a través de la UPAD, que implicó el allanamiento de la Casa Presidencial. En ese sentido la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) indicó que: el gobierno creó una oficina llamada Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) para investigar las conversaciones y reuniones entre personas, lógicamente entre periodistas y política; desde el gobierno se dio a la tarea de desmentir las noticias que no son de su agrado diciendo que eran fake news y que existía un proyecto de ley que pretendía quitar el secreto profesional a los periodistas (Diario Extra, 7/04/2020). Incluso, el Diario Extra informó el 20/4/2020 que: “los atropellos a la libertad de prensa se gestan desde Casa Presidencial, según el informe de la SIP”.

A título personal, expreso mi indignación con la consumación de una intentona de mordaza para Diario Extra con el fin de hacer silenciar las voces disidentes. Resulta muy extraña la eficiencia para golpear a los que somos críticos y que deja en claro que hay impunidad para sancionar a los corruptos y es claro que los “tumbaportones” no llegan a los palacios de Escazú, Santa Ana o Rohrmoser. Por eso, Costa Rica hoy nuestro apoyo es total para La Extra y la familia Gómez y queremos una Prensa Libre.

*Abogado y ex-preso político
libre, gracias a Dios

Movimiento Patriota Anticorrupción
de Costa Rica

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Jueves 02 Junio, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Gutiérrez Pizarro*