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Opinión

Manuel Montilla: la inútil inmortalidad

Lic. Miguel Fajardo Korea

“El inútil premio de la inmortalidad”, de Manuel E. Montilla. Él es un artista visual y plástico, poeta, crítico de arte, gestor cultural, coleccionista, bibliófilo, restaurador, curador y promotor incansable de la cultura sin fronteras, desde Panamá, en la Fundación para las Artes Montilla e hijos.
El ser humano juega con las dimensiones del tiempo. Hay una inconsistencia humana frente al tema eterno de las edades y del tiempo y, dentro de él: la inmortalidad. El yo lírico se visualiza como un desconocido solísimo “Soy el multitudinario que no requiere compañía”. / El viaje soy yo. El viaje es a mí mismo. / Soy encuentro y retorno. Divergencia e imposibles”.
El poeta busca encontrarse en un cielo azul, pero ahonda en su propia búsqueda con rotunda acritud y desenfado “Soy el desconocido que me habito (…) Soy un desconocido. Solo eso. Nada más”. Las connotaciones de desconocido pueden llevar al hablante a significaciones, tales como ignorado, ignoto, anónimo, incógnito, indocumentado. Es decir: no ser.
Otro ángulo de la inmortalidad es la lejanía, pero existe en sus versos una negación “Tienen prisa por llegar a ninguna parte”, o bien, “Sentado en el alba, vislumbro una efímera claridad (…) La hora del retorno me abre sus brazos”. Y uno se pregunta un retorno a qué, porque no se llegará a ningún lugar. Esos distanciamientos ahondan el eje discursivo en este poemario, cuya dimensión temporal es un acicate para tratar de sobrevivir en este mundo de constantes asedios y prisas, para no estar al día en ningún momento.
El hablante lírico recurre a otros elementos, tales como la memoria y el instante, los cuales redimensionan el tiempo “El reflejo de tus ojos en la fuente contra la luna que enciende el instante. / La memoria es solo eso. No pido más”.
Paralelamente, incluye un estadio etario de la vida humana “Sobre esta piedra, en senectud, avasallado por las tormentas, he de claudicar”. Es importante como rasgo de estilo, la rotundidad con la cual cierra los versos.
    Los instantes apresados, sin retorno, después de partir, tornan un cuadro angustioso en la ventana lírica de Manuel E. Montilla. “Estás aquí, observando nuestros pasos. Huellas memoriosas que no guardan el retorno (…) He de partir sin tu piel de asedio (…) para navegarte / sin derrotas y escudriñar ese instante en lo perplejo del recuerdo”.
El tono angustioso frente al avance irremediable del tiempo se agudiza cuando se incluyen términos sin llenar como nada o vacío “¿Quién piensa en nosotros, los habitantes de la nada? (…) Los demás a mirar al vacío. / No espero compasión. No tengo una plegaria (…) ¿Qué podremos pedir?
O cuando se incorpora la miseria de los abandonados “La tarde toda es agua que apuñala la miseria. / ¿Quién piensa en nosotros, los abandonados de la nada? Asimismo, el hablante aduce que cuando “No estás conmigo (…) Camino frente a tu recuerdo”. El recuerdo se relaciona con el tiempo ido, lejano en el presente, e insospechado hacia el futuro, mucho menos, con la eternidad, porque “Somos una multitud extensa de distancias”. Y tan cierto que “Al final de la luz, / y al final de la ausencia, / el hombre es soledad”, o mejor dicho, soledumbre.
En algunos textos, el hablante retoma su humanidad y evoca la corporalidad amada “Por tus muslos se desliza el agua. Por tu vértice se asocia el deseo. Confusa / ante el vendaval que gime, gritas en gozo y te abandonas a lo oscuro de la / plenitud”.
Obsérvese la inclusión de dos palabras claves: mirada y corazón, que permiten rehumanizar el texto, el cual había venido desligándose de dicha condición, en aras del abordaje sobre el eje temático del tiempo. El hablante quiere “encontrar tu mirada inserta dentro de mí”.
Este poemario condensa ejes temáticos: tiempo, viajes, memorias, vacíos, olvidos, abandonos, multitudes, agonías, recuerdos, amores, inicios, recorridos y finales previsibles, antes de la conclusión del ciclo individual sobre la tierra.

*Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural
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Sábado 16 Enero, 2021

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lic. Miguel Fajardo Korea

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