Diario Extra - Inevitable porrazo de la pandemia en las mujeres

Si bien es cierto la situación que como sociedad vivimos de la pandemia y que de por sí es preocupante, este escenario perjudica de manera especial a las mujeres.
Clínicamente, ellas son quienes han perdido más confianza y optimismo, y muestran “un mayor empeoramiento en los sentimientos de vitalidad y energía”.
Ansiedad, depresión e ira son componentes en esta dimensión de inestabilidad emocional y también aquí ellas son las principales afectadas.
El peso en el cuidado del hogar y en la familia les ha pasado la factura. Otras conclusiones no sorprenderán a nadie, pero sí la contundencia de sus porcentajes.
Con ello, la incertidumbre al confinamiento y un ambiente de irrealidad se ha disparado entre nosotros. Según estadísticas de casuística el 38% de los hombres admite haber tenido la sensación de vivir una pesadilla de la que no se puede despertar. Ese porcentaje es del 48% entre las mujeres.
Como era previsible, el aturdimiento por el confinamiento no ha propiciado únicamente un aumento del uso de redes sociales y del tiempo que pasamos ante la tele, sino una mayor ingesta de alimentos hipercalóricos y de esto hablan con frecuencia mis queridos profesionales en nutrición.
Por consecuente, el 40% de los pacientes reconoce que ha aumentado sus visitas a la refrigeradora en busca de “alimentos de alto contenido calórico”. El consumo de alcohol, tabaco y fármacos también ha experimentado un “ligero aumento”. Ello, unido al hecho de que el 46% redujo la práctica de ejercicio físico, lleva a factores bio-psico-sociales alarmantes.
A nivel emocional el pesimismo, la desesperanza, la soledad e, incluso, los sentimientos de culpa han crecido. Este aumento es perceptible muy en particular, y por razones obvias, entre quienes viven sin compañía, pero también entre los enfermos. Y, una vez más, entre las mujeres.
El 43% de los casos clínicos dice haber experimentado síntomas propios de un cuadro depresivo (pesimismo, desesperanza). El 45%, cambios repentinos de humor. El 47%, mayor propensión a la irritabilidad y los enfados. El 49% admite que se le apagan las pilas y pierde vitalidad y energía. ¿A estas alturas ya no extraña que el problema sea mayor entre los habitantes de poblaciones donde el virus ha golpeado con más fuerza y entre las mujeres? ¿Esto tiene que ver con usted?

SOBREINFORMACIÓN Y DESINFORMACIÓN

El 78% de los pacientes remite ansiedad, miedo e incertidumbre. El 83%, angustia ante la posibilidad de perder a un ser querido por el virus. Por otro lado, es importante aclarar que informarse está bien “pero dependiendo de los perfiles personales, esta necesidad puede ser más o menos arrogante”. Lo saludable es procurar ver la botella medio llena y evitar el exceso de información si es causa de “alteraciones emocionales”.
La tormenta “era previsible en una situación de pandemia y confinamiento, aunque es transitoria”. Sólo si la ansiedad y otros síntomas son muy intensos o duran mucho “será necesaria la ayuda de profesionales”.
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