Johana Rivera trae hasta DIARIO EXTRA el pesar por la pérdida de sus dos hijos, Andy y Jehudy Cubillo de 23 y 21 años respectivamente, los cuales fueron víctimas de homicidio en un periodo de menos de diez meses. En el caso de Andy Cubillo su cuerpo aún no ha sido encontrado.
El hijo mayor de doña Johanna Rivera fue brutalmente asesinado en una vivienda en Pueblo Nuevo de Parrita, en julio de 2022. Según testigos, Rivera daba gritos de dolor, posteriormente, sacaron su cuerpo de la casa y desapareció.
Se presume que, por su proximidad al río Tárcoles, habitado por cocodrilos de hasta de 6 metros, pudo ser el lugar elegido para eliminar cualquier rastro de su paradero. Días después, las autoridades judiciales encontraron muestras de sangre dentro de la casa.
SEGUNDA TRAGEDIA
La tragedia golpeó nuevamente a esta madre, en mayo de este año con el asesinato de su segundo hijo, Jehudy Cubillo, quien se encontraba en plena vía pública en Sitradique, Parrita. El fallecimiento ocurrió durante una fiesta de cumpleaños organizada por una mujer que se dedicaba a la venta de empanadas.
El momento fatídico se produjo mientras se encontraba junto a su bicicleta, cuando unos individuos a bordo de un vehículo se aproximaron y le dispararon, impactándolo en cuatro ocasiones: una vez en la costilla y en la mano derecha y dos en la pierna derecha, según informó el Organismo de Investigación Judicial.
AGARRARSE DE DIOS
El Periódico del Pueblo tuvo la oportunidad de dialogar con la madre de estos dos jóvenes y expresó el dolor que lleva en su corazón, el cual es difícil de conllevar y asegura que esta no es la manera en que Dios prueba a sus guerreros más valientes, sino simplemente una dura realidad que a veces toca vivir.
“La gente viene a donde uno y dicen que es una prueba de Dios, pero Dios a usted no lo prueba de esta manera, ni tampoco es una lección, es algo que a uno le tocó y pienso que mientras crea en Dios, tenga fe y temor voy a echar adelante hasta que Él me lo permita. Hay que agarrarse de Dios”, manifestó entre lágrimas.
Además, agregó que las iglesias deben salir a las calles para dar ayuda emocional a quienes más lo necesitan, ya que en este proceso ha conocido gente como ella, la cual pasa por procesos de mucho dolor.
TUMBAS GRACIAS A NÚMEROS
Doña Johanna Rivera afirmó además que tiene cuatro meses de estar haciendo la tumba de sus hijos a través de la venta de números y gracias a eso hizo buena amistad con las personas que trabajan en el cementerio.
“Ellos me dan palabras de aliento, ahí voy poquito a poco. El cementerio me da paz, siento tranquilidad. Ya no voy a llorar, voy a ver a mi hijo, él me da mucha paz.
Cuando pasó lo de Andy, Jehudy era el que me motivaba y decía que no mediera por vencida, que debía seguir adelante; entonces con lo de Andy yo sólo a él lo llamaba, por lo que ahora voy y lo visito. Le hablo y le pido mucho a Dios para que me ayude a aceptar su voluntad”, agregó.
A pesar de que en el cementerio únicamente tiene a uno de sus hijos, no pierde la esperanza de poder hallar algún día los restos de su hijo mayor.
“Desearía como hacer un milagro para que Andy aparezca, porque lo veo en fotos y hasta respirar duele, pero espero que en un futuro pueda encontrarlo, aunque sea un hueso para enterrarlo”, externó entre lágrimas.
PERIODISTA: Yiren Altamirano Bolaños
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Sábado 09 de Septiembre, 2023
HORA: 12:00 AM
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