Cartago: Sin oportunidades para jóvenes y emprendedores
El “nido vacío” es un término que utilizan los psicólogos para referirse a la partida de los hijos de la casa de sus padres. Esta situación es común en países desarrollados donde al alcanzar la mayoría de edad los jóvenes “alzan vuelo” en busca de independencia personal casi siempre con un título bajo el brazo que les permite aspirar a la superación laboral y profesional.
Lo irónico es que hoy la mayoría de nuestros hijos no quiere marcharse del hogar, la falta de fuentes de trabajo los obliga a quedarse en casa. La dependencia económica de sus padres se alarga mientras ven esfumarse sus proyectos de vida.
Conversando recientemente con un joven profesional me comentó que luego de graduarse en el Instituto Tecnológico fue contratado por una empresa que tiene su sede en el cantón de Belén. Por tal motivo se vio obligado a viajar durante casi dos años, pero ante el desgastante trajín de casi cuatro horas diarias para recorrer cerca de 80 kilómetros de ida y vuelta al centro laboral decidió radicarse en ese cantón herediano.
Aunque le encanta vivir en Cartago debe soportar el distanciamiento de su familia pues pese a su incesante búsqueda de empleo en su tierra natal no ha logrado ninguna oportunidad laboral.
Historias como la de este joven se repiten con frecuencia en Cartago donde el mercado laboral es muy reducido y la posibilidad de independencia económica y crecimiento profesional está reservado para muy pocos.
La situación es contradictoria tratándose de una provincia que tiene fama de poseer la mejor mano de obra del país tanto a escala técnica como de obreros especializados.
Cartago es sede del mejor centro de enseñanza superior de Centroamérica en el área tecnológica, el ITCR, pero irónicamente casi no hay empresas en la provincia que requieran de estos profesionales pese a que en el resto del mundo son muy cotizados. Tal parece que estamos educando jóvenes para exportar.
En el campo técnico tenemos el COVAO, el Colegio Universitario, los centros especializados del INA así como excelentes colegios que forman peritos y técnicos medios quienes luego de graduarse no encuentran trabajo. Si alguno sueña convertirse en empresario, pronto el sistema lo despierta con un balde de agua fría llamado indiferencia e inoperancia estatal.
Los bancos, (incluyendo el Sistema de Banca de Desarrollo) las cargas sociales, los impuestos, la complicada tramitología para patentes, los múltiples requisitos burocráticos, la falta de agua, los permisos municipales y la pésima infraestructura, entre otros, hacen casi imposible concretar proyectos.
Si algún intrépido emprendedor logra superar todos estos obstáculos, tendrá que lidiar con la amenaza más grande de todas, las empresas estatales que pretenden sangrar a los emprendedores a toda costa para que sus estados financieros reflejen números positivos, obviando cualquier objetivo de interés social que debe orientarlas. Así, muchos políticos y resentidos sociales quienes a falta de valor para poner su propia empresa, prefieren desgastar y quebrar las que ya existen bajo la falsa primicia del interés público, olvidado a propósito que detrás de cada empresa hay familias que se ganan honradamente su sustento diario.
Lamentablemente Cartago no escapa de esta realidad y más aún, me atrevo a decir que es una de las provincias más golpeadas en este campo pese a las fortalezas antes comentadas.
Muchos dirán que se requieren soluciones políticas, es posible que así sea. Muy pronto veremos quiénes serán los nuevos candidatos a los diferentes puestos de representación popular y es ahí que podremos decidir lo más conveniente para que Cartago pueda enfrentar con acierto esta problemática.
Recordemos no es lo mismo un empresario en política, que un político jugando de empresario…
*Empresario
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Lunes 06 Mayo, 2013
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Carlos Ml. Gutiérrez Gómez*
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