Miércoles 15, Mayo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Soltemos el serrucho

Pertenezco a un país donde la viveza, el chorizo, el choteo y la cultura “serrucha-pisos” son las virtudes más apreciadas y en donde se prescinde del acto de pensar, reflexionar y aprender del otro.

 


Lo mal intencionados que resultamos ser nos obliga a cargar con una etiqueta del cual somos especialistas: “serrucha-pisos”; un comportamiento cada vez más común e intrínseco en nuestra cotidianeidad y que emana la vociferación de opiniones de manera arbitraria.

 


Esta composición tan natural de dos palabras provoca un sentimiento visceral, desbordado o impulsivo que estimula la anulación del otro.  Podría definir la cultura “serrucha-pisos” en términos modernos como un mecanismo de defensa en funcionamiento cuando nos sentimos disminuidos, al compararnos con alguien, con lo que posee o ha logrado hacer.

 


Me resulta un intento torpe de recuperar la confianza y la autoestima desvalorizando al otro, en respuesta a su conveniencia y gusto personal.
El mecanismo “serrucha-pisos” parece ser congénito en todos los niveles: educativo, político, económico y social; persiste una cultura negativa de hacer fracasar al otro, a cualquier precio, descalificando e invisibilizando esfuerzos individuales.

 


La cultura política y social de “igualiticos” ha generado una sensación de conformidad, quien visualiza un poco más de su zona de confort es presa constante a efectos de minimizar su impacto.

 


Algunos medios de comunicación en Costa Rica reconocen el mérito de cualquier evento o persona para compararlo desventajosamente, esa capacidad para deslegitimar el esfuerzo o por rebuscar en sus errores repercute sobre nuestra experiencia colectiva y social.

 


La cultura “serrucha-pisos” cada vez parece avanzar a niveles de peligrosidad que no permite la consecución de acuerdos.

 


Reconocer las capacidades y aplaudir los éxitos del otro es reconocer y promover fuentes de inspiración e innovación. Se necesitan menos “serrucha-pisos” para que éste país alce vuelo, cuando una etiqueta resulta ser autóctona y cotidiana es importante prestarle atención; interiorizarla, reproducirla y legitimarla es hacerle daño a las posibilidades de desarrollo y progreso de nuestra Nación.

 


Como materia prima de un país, tenemos la posibilidad de detener esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en un daño irreparable para todos.

PERIODISTA:

EMAIL:

Lunes 06 Mayo, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: MSc. Ocliver Rojas Gómez

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA