Ni un insulto más

EDITORIAL

Este es el momento en que Costa Rica tiene que unir fuerzas por un mal que debe ser visto como tema país: el racismo.

Hay infinidad de casos, pero la realidad nos golpea cada vez más. En los más recientes se vieron afectados los exjugadores universitarios Johan Condega y Johnny Woodly.

La gota que rebalsó el vaso fue la agresión verbal de algunos padres de familia de los jugadores de ligas menores del Saprissa hacia el hermano menor del futbolista de Alajuelense Jonathan McDonald. Impensable, impresentable, inaceptable, cómo un grupo de mayores de edad la emprenden en ofensas hacia un niño.

Hemos visto muchas ideas, propuestas, campañas, pero basta ya de paños tibios. Debemos ver el tema como lo que en verdad es, un maldito comportamiento que debemos desechar, enterrar, acabar de una vez por todas.

No puede ser que cada seis meses aparezcan políticos, deportistas o figuras públicas con camisetas alusivas a generar respeto y decir un no al racismo cuando a la jornada siguiente se repiten los hechos.

Y es que lamentablemente hay un vacío legal en que las instituciones deportivas no pueden actuar con firmeza y las multas no son significativas.

Pero aparece una luz de esperanza en la Asamblea Legislativa con la aprobación de un texto sustitutivo del expediente 20.159. El objetivo es que venga a reformar dos leyes, la de Prevención y Sanción de la Violencia en Eventos Deportivos (9.145) y la de Creación del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (7.800).

El tema ya va muy avanzado dentro de la Comisión Permanente Especial de Juventud, Niñez y Adolescencia y según su presidenta, la legisladora María José Corrales, recibiría un dictamen positivo en un plazo no mayor a 15 días para pasarlo luego al Plenario.

Otro punto a su favor es que hay un buen ambiente en torno a la propuesta y la voluntad política presente, pues los propios congresistas han expresado que deben dejarse de lado los colores e intereses que cada uno representa para dar el sí.

A una sesión de dicha comisión fueron invitados los exjugadores Alejandro Sequeira y Donny Grant, presidente de la Asociación de Futbolistas Profesionales de Costa Rica (Asojupro) y vocal de esa agrupación. Ambos abogaron por que urge que entren en vigencia estos cambios pues ya hay muchos casos tanto en Costa Rica como en el fútbol mundial.

Repasan que nos pondríamos una flor en el ojal porque solo en España hay una ley que prevenga este tipo de actos. Otra idea es que antes de cada actividad deportiva se les recuerde a los asistentes a lo que se exponen si se dan actos o insultos racistas.

Lo que se contempla en la nueva legislación son castigos hasta de por vida y multas que llegan a 20 salarios base (¢9 millones).

Quienes pronuncien insultos racistas o promuevan la violencia tres horas antes, durante la actividad deportiva y hasta tres horas después quedarían 4 años sin entrar a un estadio como castigo máximo.

Pero si es una agrupación deportiva la que no acata la ley se le puede clausurar el recinto desde cinco jornadas hasta de manera definitiva.

Si la dirigencia permite los actos las multas van desde los ¢2 millones hasta los ¢4,5 millones. Si el del mal accionar es un atleta, árbitro o juez deportivo la sanción va de 1 a 4 años y se les puede retirar de por vida la licencia, en caso de ser reincidente.

Estos hechos en el deporte profesional tienen multa desde ¢4,5 millones hasta ¢9 millones (de 10 a 20 salarios base).

En apariencia esta es la única forma de corregir, tocando el bolsillo. Por desgracia el racismo sigue vigente en el mundo, ya que durante el partido entre Bulgaria e Inglaterra por la clasificación a la Eurocopa 2020 también se presentaron insultos.

De momento seis aficionados fueron detenidos tras los improperios racistas en el estadio Vassil-Levski, pues hubo gritos de mono y gestos nazis a los jugadores ingleses negros.

Por esto el primer ministro búlgaro Boiko Borissov pidió la renuncia inmediata de Borislav Mihaylov, presidente de la Federación Búlgara de Fútbol. A Mihaylov no le quedó más que abandonar el cargo.

Otro caso reciente se dio contra la Lazio, que debe cerrar cuatro secciones de la curva norte de su Estadio Olímpico para recibir al Celtic de Glasgow, en juego por la Europa League, debido al “comportamiento racista” de su afición en cotejo ante el Rennes.

Todos somos seres humanos y valemos lo mismo. ¡Basta ya de estupideces!

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Jueves 17 Octubre, 2019

HORA: 12:00 AM