A dos semanas de que el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) acuda a las urnas para elegir a su candidato presidencial para las elecciones de 2018, la frialdad es la que reina en las dos tendencias en disputa.
Ni el movimiento de Rodolfo Piza ni el de Rafael Ortiz han podido elevar los ánimos de los socialcristianos al nivel que se vivió en otras contiendas internas de la agrupación en procesos electorales anteriores.
DIARIO EXTRA conversó con los analistas políticos Gustavo Araya y Pablo Barahona acerca de las razones por las cuales el PUSC y sus precandidatos no logran dinamizar la contienda y que, por el contrario, propician que se perciba una campaña interna que si se quiere puede calificarse de aburrida.
Para Araya existen tres factores en juego para que las campañas de Piza y Ortiz no calienten a pocos días de la elección del 4 de junio. En principio atribuyó la falta de dinamismo a que, desde su punto de vista, ambos precandidatos no logran diferenciarse entre sí.
“No son diferentes en el fondo ni en la forma. Los dos son de un mismo espectro ideológico, ambos abogados, generacionalmente son muy cercanos y los dos forman parte de un partido que tuvo que ser reconstituido”, comentó.
Añadió que Piza y Ortiz han fallado en diferenciarse de sus oponentes partidarios, es decir de Liberación Nacional (PLN) y el partido de gobierno, Acción Ciudadana (PAC), y que además el PUSC no logra dejar clara cuál es su propuesta programática.
El experto dijo que en los 15 días previos a la convención ambos precandidatos tienen la posibilidad de dar un giro a sus campañas, aunque admitió que no será fácil.
“Tienen que dar un giro de timón de 180 grados, donde efectivamente muestren cuáles son sus diferencias radicales, deben dejar clara la propuesta programática del PUSC y marcar diferencias para que la población entienda por qué deberían votar por ese partido y no por el PLN o el PAC. Me parece que tienen que hacer un esfuerzo en estos últimos 100 metros de la carrera”, expresó Araya.
Para el analista Pablo Barahona esta poca visibilidad de la lucha interna del PUSC se debe en cierta medida a la escasez de recursos de la agrupación, en comparación con el PLN.
Explicó que, a diferencia del candidato presidencial del PLN, Antonio Álvarez, ninguno de los dos precandidatos socialcristianos tiene el patrimonio personal con que cuenta el liberacionista ni con el apoyo que pudieron conseguirle los hermanos Arias al verdiblanco.
Aun así, Barahona cree que esta poca disponibilidad de recursos podría ser una ventaja para el PUSC. “Antes en el PUSC pudimos ver campañas también millonarias porque estaban aspirantes ligados al sector empresarial o gremial, pero ahora Piza y Ortiz pueden decir que hubo una renovación partidaria, eso es una fortaleza”, comentó.
Añadió que ante la limitante presupuestaria en las próximas dos semanas ambos precandidatos deberán aumentar su contacto con la gente.
¿QUÉ DICEN LAS TENDENCIAS?
Randall Quirós, jefe de campaña de Rafael Ortiz y exministro de Transportes, reconoció que el factor monetario ha marcado una diferencia entre la campaña del PUSC y la del PLN.
Aseguró que en estos últimos 15 días la tendencia se enfocará en aumentar la exposición de Ortiz. Una de las diferencias entre Piza y Ortiz que según dijo quieren exponer a los votantes es que el primero apuesta por llevar a cabo sus ideas desde un plano más académico, mientras que Ortiz desde uno más dinámico.
Mientras que Johnny Leiva, jefe de campaña de Piza, dijo que en las dos semanas que se avecinan apostarán a dejar clara la experiencia del precandidato en la función pública.
El 4 de junio el PUSC dispondrá de 482 centros de votación. La agrupación destinó ȼ129 millones, que incluyen ȼ31 millones para la impresión de más de 1 millón de papeletas.
Sus autoridades esperan una participación de 260 mil personas.
PERIODISTA: Carlos Mora
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Martes 23 Mayo, 2017
HORA: 12:00 AM
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