Una investigación efectuada por el laboratorio de Salud Pública y Alimentos de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (EMV-UNA) encontró contaminación fecal en quesos frescos vendidos en distintos mercados municipales a nivel nacional.
El análisis realizado por el laboratorio encontró presencia de Escherichia coli (E. coli), un indicador de contaminación fecal. Dicha bacteria podría generar diarreas, fiebre y colitis hemorrágicas, calambres abdominales, náuseas y en ocasiones hasta insuficiencia renal. En niños y personas adultas mayores, es capaz de provocar infecciones y hasta ser potencialmente mortal.
Así, el informe señala que, de un total de 176 quesos provenientes de los mercados centrales de San José, Alajuela, Cartago, Heredia, Liberia, Puntarenas y Limón, 84 muestras tuvieron colonias compatibles con E. coli.
La presencia de los microorganismos fue posteriormente confirmada por pruebas bioquímicas y moleculares. Un 48% de los quesos analizados registraron tener esta bacteria.
Por otra parte, el documento refiere “resistencia antibiótica” a medicamentos como ampicilina y cefazolina, comúnmente usados en medicina humana.
Solo en los mercados Central y Borbón de San José se analizaron 55 muestras, de las cuales 31 resultaron positivas a la E. coli (56% de la muestra).
“Los aislamientos recuperados fueron expuestos a la prueba de sensibilidad hacia 12 antibióticos por medio del sistema VITEK® 2 (BioMérieux, Marcy l´Etoile, Francia). Además, las muestras de queso positivas fueron analizadas para determinar sus características físicas y químicas: acidez o alcalinidad (pH), concentración de cloruro de sodio (NaCl), porcentaje de humedad y porcentaje de grasa; variables que fueron utilizadas para identificar factores relacionados con la presencia de la bacteria”, explicó Lohendy Muñoz Vargas, coordinadora del laboratorio de Salud Pública de la EMV-UNA.
Adicionalmente, se encontró que algunos establecimientos que expenden quesos y productos de origen animal no cumplían a cabalidad con buenas prácticas de higiene y manufactura.
“Encontramos falta de etiquetado, es decir, no se podía dar trazabilidad a origen o fecha de manufactura; también contaminación cruzada con otros alimentos, pues era muy común ver que el dependiente utilizaba el mismo cuchillo y tabla, sin lavar, con el que había cortado salchichón o chorizo para rebanar un trozo de queso y dentro de los quesos muestreados hallamos bolas de masa y hasta un insecto”, añadió Muñoz.
La investigadora dijo a DIARIO EXTRA que todavía están analizando resultados de otros microorganismos también recuperados. “La segunda parte del estudio se basará en muestreos a nivel de producción primaria”, indicó.
MÁS CONTROLES
Tras el análisis de la UNA, Olivet Cruz, de la Dirección de Inocuidad de Productos de Origen Animal del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) detalló que mantendrán controles sobre los productos lácteos.
“El tema de la inocuidad es de suma importancia para los consumidores y el país. Desde Senasa reiteramos nuestro compromiso con los consumidores y productores de lácteos. Seguiremos desarrollando una serie de actividades para avanzar en inocuidad que llegan a la mesa de los consumidores.
Hemos venido dando trazabilidad desde la finca hasta la mesa y mantendremos controles e inspecciones desde la producción primaria, fincas de elaboración y procesamiento además de puntos de comercialización. Tenemos controles importantes de laboratorio, fiscalización de las condiciones de transporte y además de acompañamiento y capacitación a los productores”, dijo.
Cruz hizo un llamado a los comercios para fortalecer los sistemas de control sanitario y a los consumidores que adquieran los productos en puntos con medidas de higiene.
PERIODISTA: Aarón Chinchilla Carvajal
CRÉDITOS: Foto: Catalina Mairena
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Sábado 27 Abril, 2024
HORA: 12:00 AM
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