Recursos para la educación
Notas al tema
El tema de los disparadores del gasto vuelve a coger fuerza. Apenas se asoma la discusión sobre impuestos, los grupos más conservadores y los economistas que les sirven de voceros, lo mismo que algunos actores políticos afines, sacan del “baúl de los recuerdos” el cuento de los disparadores del gasto. El argumento es que si se controlan los disipadores del gasto, se arreglan las finanzas públicas.
Uno de los disparadores sobre el que les encanta insistir es sobre los gastos que el Estado costarricense tiene que hacer por mandato legal. Como están definidos por ley, ninguna autoridad puede evitarlos. No se tiene discrecionalidad sobre ellos.
Gastos en educación. Este vendría a ser el caso de los recursos que el Estado debe dar a la educación. Por mandato constitucional el Estado debe destinar el equivalente al 8% del PIB a la educación nacional. Desde hace varios meses vengo percibiendo que en la Asamblea Legislativa, en algunos foros, en algunos comentarios y hasta en noticieros se empiezan a levantar las voces que piden que revisemos los recursos que le estamos dando a la educación nacional. ¡Cómo les duele!
Algunos concentran los ataques en las universidades; otros en la incapacidad del MEP para ejecutar las obras de inversión en infraestructura escolar; otros apuntan a que las remuneraciones de maestros y profesores son muy altas, y así por el estilo. Lo que siento es que se está montando una campaña para presionar a las autoridades para que recorten el gasto en educación. Y eso es mejor decirlo de una vez, no se puede permitir. Recuerden “la embarcada” que se pegó el MEP recortando dinero para equipos de cómputo en las escuelas. Es un atropello para nuestros niños y jóvenes. Así de sencillo.
Reforma constitucional. Cuando en el 2010 pasamos la reforma constitucional que estableció que en lugar del 6% del PIB a la educación debemos el dar el 8% del PIB, fui muy claro en plantear que esta reforma debía “traer el bollo de pan debajo del brazo”. En otras palabras, creado el derecho, debíamos crear la fuente de recursos para financiar ese derecho. Esto no se ha hecho en estos cinco años. Entonces estos grupos presentan el dilema de si reducimos ese derecho o generamos los ingresos nuevos. Este es el fondo de lo que está pasando.
Opiniones internacionales. Uno que otro charlista internacional ha venido, con el despliegue correspondiente en medios, argumentando que por más que gastemos en educación, no habrá crecimiento económico, pues los países “deben generar algo extra”. Esto es “ningunear” el gasto en educación. Si bien no se puede explicar el crecimiento de la economía solamente por el gasto en educación, no es menos cierto que una población mejor educada, mejor preparada, es necesaria para avanzar en el desarrollo. De igual forma, entre más investigación propia hagamos, más posibles rutas de salida tenemos como sociedad.
Datos del INEC. Estos grupos olvidan que la educación da a las personas una herramienta, “el machete”, para ganarse la vida y mejorar su condición. Datos tomados del Instituto Nacional de Estadística y Censos para el año 2013 dan cuenta que en Costa Rica las personas que tienen mejor educación son las que reciben mejores remuneraciones. Así el quintil más pobre de la población tiene una escolaridad de 6 años, mientras que el quintil de más altos ingresos, tienen una escolaridad de 12 años y más. Más del doble. Asimismo, en el quintil más bajo el desempleo es cerca del 24%; en los más acomodados es de apenas el 2%.
Concluyo. ¿Evaluar resultados? Desde luego. Pero debemos tener mucho cuidado con las tesis del recorte en educación. ¿Por qué mezquinar el futuro de nuestros niños y jóvenes?
PERIODISTA: Guillermo E. Zúñiga Chaves*
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Sábado 06 Junio, 2015
HORA: 12:00 AM
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