Editorial
Lamentable que se lucre con actos de buena fe
En los últimos días, en las páginas de DIARIO EXTRA se ha dado a conocer un tema que además de ser preocupante genera un sinsabor en todas aquellas personas que cada cierto tiempo van a donar sangre.
Es sumamente lamentable que inescrupulosos al parecer estén lucrando con un acto de buena fe, como lo es donar el vital líquido para aquellos que sufrieron un accidente o para quienes lo necesitan con urgencia por un tratamiento médico u operación.
Sin lugar a dudas este tipo de actos lava la voluntad de quienes asisten a los hospitales o al Banco de Sangre con el fin de salvar vidas, porque ellos lo hacen con el propósito de ayudar a sus semejantes y no para que algunos se llenen las bolsas de dinero.
Por eso vemos con buenos ojos que actualmente se esté llevando a cabo una investigación para dar con los presuntos responsables, pues nadie tiene derecho a jugar con la vida del prójimo.
En un tiempo no muy lejano a las autoridades médicas de los distintos hospitales les va a pasar lo que pasó con Pedrito y el Lobo, llegará el momento en el que nadie atenderá los llamados de donación porque no se sabrá con certeza si de verdad esta será para algún paciente o terminará siendo vendida a un centro privado.
De igual forma a los públicos se les debe garantizar el abastecimiento; para nadie es un secreto que muchos se acercan hasta los nosocomios de manera voluntaria a donar sangre.
Pero en otras oportunidades se debe echar mano de los familiares de los pacientes que se van a someter a alguna operación para abastecer los bancos, ya que últimamente la gente anda como muy quitada en este tema.
Esperamos de corazón que ahora que se inició la investigación no quede solo en eso, sino que se dé con los culpables, pero sobretodo que les caiga el peso de la ley, debido a que nadie tiene derecho a jugar con cosas tan sensibles como la vida del prójimo.
La cosa no es jugando, pues en caso de encontrar a alguien culpable por este delito de posible tráfico de sangre en el Hospital Calderón Guardia, los inescrupulosos pueden ir de 8 a 16 años a la cárcel.
El gran problema es que este tema no es nuevo en los pasillos de la Caja Costarricense del Seguro Social, donde también se realizó un extenso análisis por el tráfico de órganos; entendemos que muchas personas quieren salvarse y a sus familiares, pero no puede ser que piensen en ellos por encima del prójimo, que tal vez son pacientes que llevan más tiempo en listas de espera.
Es hora de que dejemos de lucrar con el dolor ajeno, pero más que todo que las autoridades médicas del país hagan algo para que este tipo de situaciones no se repita y en caso de ver acciones extrañas se les ponga un alto, porque muchos piensan que los castigos no pasan de una simple suspensión.
También se deben dar cuenta de que este no es el único problema que se está dando en los centros médicos, ya que en los últimos días se han presentado denuncias por violencia obstétrica, maltrato, falta de personal y además que muchos parecen no tener vocación para ejercer esta carrera, porque en lugar de atender pacientes lo que ven son animales.
