La captura del poderoso narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, en Costa Rica en abril del 1985, marcó un precedente en temas de corrupción y presencia de organizaciones criminales en el territorio nacional.
Dos figuras, una política y otra policial, que estuvieron vinculadas al caso señalan que Costa Rica debe preocuparse más por todo lo que ha acontecido desde entonces.
El líder del cartel de Guadalajara, máxima figura del tráfico internacional de marihuana en México en aquella época, entró a nuestro país en marzo de 1985, tras haber asesinado al agente de la Administración para el Control de Drogas, DEA (Drug Enforcement Administration, por sus siglas en inglés) Enrique Camarena, quien había estado en cubierto durante mucho tiempo.
Ingresó por medio del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría con la supuesta colaboración de una “autoridad política superior”, con más poder de decisión que los jerarcas Luis Barrantes (director antidrogas de Seguridad Pública) y Antonio Pereira de Migración.
Alex Solís Fallas, del Partido Liberación Nacional (PLN), se convirtió en ese año, en el primer diputado en presidir la Comisión Especial de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa, sin contar en ese momento que perseguir a quienes facilitaron la entrada de Caro Quintero a Costa Rica se convertiría en una prueba de fuego para su carrera política.
Solís respondió a algunas preguntas hechas por DIARIO EXTRA en relación con las diligencias realizadas.
¿Existieron amenazas o formas de presión en su contra por la investigación?
- Llegué en alguna ocasión a mi vehículo personal para irme a mi casa, y había unos documentos, tipo archivos, donde me decían sobre una mujer que estaba planeando seducirme para meterme droga en mi carro y ser detenido por el OIJ. Justamente, esa mujer de la que hablaban en la denuncia había estado en un encuentro diplomático en una embajada, ella estuvo hablando conmigo por horas, pero al final no pasó a más. Yo hablé con ella y me confesó que una persona del gobierno le había pagado dinero por hacer eso, me dijo el nombre, pero repito, no pienso hablar de eso en estos momentos.
¿Siente que fueron políticos de su propio partido los que trataron de dañarlo?
- Sinceramente para esta época no podría referirme a nombres, no es mi estilo, sin embargo, creo que el caso Caro Quintero dejó un hueco tan enorme en materia de seguridad en Costa Rica, que todo podría ser en este momento, no me atrevería a dudar de nada ni nadie, a excepción de los compañeros de la Asamblea que trabajaron conmigo.
Pese a que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó numerosas pesquisas relacionadas con las amenazas sufridas por Solís y su familia, nunca se pudo hallar a ningún responsable, por el contrario, gran parte de los expedientes fueron destruidos años después.
Cabe destacar que existieron cuestionamientos hacia el expresidente, hoy fallecido Daniel Oduber, ya que el piloto encargado de traer a Costa Rica a Caro Quintero era justamente empleado en el gobierno de Oduber.
JEFE DEA: “Costa Rica
ERA EL DESTINO IDEAL”
Mike Vigil, jefe de operaciones de la DEA en años posteriores a la captura de Caro Quintero en su finca en Alajuela, dijo a DIARIO EXTRA que la venida del capo mexicano no fue coincidencia.
“Rafael Caro Quintero no era una persona ordinaria, no existían las imprecisiones en esa época para su forma de operar, cuando nos dimos cuenta de que estaba en Costa Rica escondido, supimos que ya él tenía muchos contactos en todos los países de Centroamérica, posiblemente también en Costa Rica, por medio de los cuales pudo ingresar a su país sin problema alguno, entonces, así las cosas, Costa Rica era el destino ideal para su escondite temporal”, aseguró Vigil.
Consultado sobre posibles informaciones que vincularan a políticos de la época con la organización de Caro Quintero, el exagente puntualizó en que para las fechas de esos hechos, Costa Rica no representaba mayor incidencia o peligro dentro del mapeo general que hacía la DEA, contrario a lo que ocurre actualmente.
“Costa Rica no es igual ahora, en el año 85 cuando cae Caro Quintero y nosotros gestionamos todo, nos sorprendió solamente que hubiese tanta tranquilidad en un país, donde no teníamos el reporte ni siquiera de un cartel en concreto operando. Lo que te podría decir es que para que este narcotraficante estuviese allá, necesariamente tuvo que haber entrado usando influencias y documentos falsos”, recalcó.
Vigil fue infiltrado del cartel de Medellín del poderoso Pablo Escobar en la época de los años 80, logró convertirse en uno de los principales referentes de la DEA en la lucha contra el narcotráfico.
Sobre Costa Rica, el exinvestigador señaló que conoce sobre movimientos de grandes líderes del narcotráfico como Ramón Matta Ballestero, mano derecha de Pablo Escobar, que justamente fue capturado por Vigil, y que en Estados Unidos fue acusado de traficar toneladas de cocaína desde Colombia, pasando por Costa Rica y llegando hasta México.
“Creo que Costa Rica hace grandes esfuerzos por controlar el tráfico de drogas, pero hace falta siempre un poco más, nunca es suficiente y deben poner atención a su situación actual para evitar que ocurra lo mismo que Colombia y México”, finalizó.
Actualmente, Rafael Caro Quintero está en fuga de las autoridades internacionales y el FBI lanzó una recompensa de $20 millones (¢12 mil millones) para la persona que lo entregue.
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CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley, Eddis Gómez y Roger Soto, corresponsales
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Miércoles 18 Abril, 2018
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