Río de Janeiro. – A la atleta Sharolyn Scott y a la entrenadora de voleibol de playa, Ingrid Morales, les toca celebrar el día de la madre a muchos kilómetros de distancia.
Las dos son parte de la delegación de Costa Rica que participa en los Juegos Olímpicos Río 2016, por lo que la limonense no estará al lado de su hija Trishelle Scott ni Morales junto a su hijo Nicolás Velluti.
De hecho, para Scott el regalo del día de la madre es presentarse hoy en las justas. Estará en la prueba de los 400 metros con vallas a partir de las 9:30 de la noche de Brasil (6:30 p.m. de Costa Rica), en el Estadio Olímpico Joao Havelange.
Frente al televisor estará muy atenta Trishelle apoyando a su madre, que se presenta a la segunda Olimpiada.
“Me siento muy tranquila, la verdad es que los nervios fueron más para Londres que ahorita, me siento en calma, confiada. Hice todo lo que tenía que hacer y ahora enfocarnos en la competencia”, dijo a DIARIO EXTRA la caribeña.
Scott llega a Río 2016 por una carta de invitación, al no registrar la marca requerida para clasificarse de forma directa. Aun así, ella no se siente menos que las rivales que sí alcanzaron como mínimo la marca B, por el contrario, está dispuesta a hacer la carrera de su vida en estas que serán sus últimas Olimpiadas.
“Es una pista rápida y lo que me queda es estar tranquila, cero estrés, esperando la prueba, y siento que estoy disfrutando más esta Olimpiada que las anteriores”, comentó la deportista, quien cuenta las horas para salir a escena.
“He madurado mucho y siento que para esta Olimpiada vengo más concentrada y con las ganas de hacer las cosas bien”, destacó.
APRENDE DE
LOS JUEGOS
En el caso de Ingrid, ella pasó a la historia del deporte tico como la primera entrenadora mujer en unos Juegos Olímpicos. Fue la guía de la pareja de Natalia Alfaro y Karen Cope, quienes quedaron eliminadas en la primera ronda al caer ante Australia, Holanda y Venezuela.
En todo caso el voleibol de playa tico dio un gran paso al asistir por primera vez a una Olimpiada. Y Morales fue parte de ese logro.
Pese a que quedaron eliminadas el miércoles pasado, Ingrid aprovecha para ver los partidos del voleibol de playa con el objetivo de ampliar sus conocimientos. Aunque eso signifique estar más días lejos de casa, de su hijo Nicolás Velluti y su esposo.
“Ya teníamos previsto que iba a pasar acá el Día de la Madre, sin embargo, lo que se acostumbra en la casa normalmente es que mi hijo me diga feliz día, me dé un besito, igual yo con mi mamá y mi suegra. En realidad el día de la madre para nosotros es todos los días, así se lo digo siempre a mi mamá. No lo vemos como algo comercial, sino para recordar que estamos juntos siempre, que hay un lazo que nos une mucho, entonces no acostumbro dar regalos ni que los me den”, afirmó Morales.
Tanto Scott como Ingrid, por su rol de deportistas, están acostumbradas a separarse de sus seres queridos por muchos días. Así que no les resulta nuevo celebrar un día tan especial como hoy lejos de casa.
