Editorial
A pocos días de que los costarricenses acudamos masivamente a dar nuestro voto, los costarricenses nos desvelamos entre incertidumbres, planes de gobierno y debates.
La Prensa Libre publicó ayer una encuesta de la empresa CID-Gallup en que se evidencia que el electorado tico está preocupado por muchos temas, pero el que más le quita el sueño es el desempleo pues un 30% de los encuestados dice estar interesado por la lucha contra este.
Y no es para menos pues de acuerdo con un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la tasa de desempleo de nuestro país para el año anterior fue de 8,3%, una de las más altas de la región.
La falta de puestos, tiene rostros muy específicos en el país, pues no todos los sectores económicos han crecido igual y aquellos ciudadanos que no se adaptan a los requerimientos del mercado laboral han quedado excluidos mucho antes de que envíen sus currículos a las empresas.
Los jóvenes y los mayores de 40 años son quienes tienen más problemas para conseguir un trabajo por más pequeña que sea la responsabilidad, en las empresas suelen fijar un límite de edad para recibir aplicantes.
Además de los problemas etarios, quienes buscan un empleo, muchas veces se topan con el cuento de que “están sobrecalificados” pues se dedicaron a estudiar y no cuentan con la experiencia solicitada o necesitan trabajar en lo que sea, pero cuentan con demasiados atestados.
Algunos por el contrario deben sortear otro tipo de dificultades pues les piden bachillerato o inglés y no han tenido el acceso a concluir sus estudios.
Sobre cómo solucionar el desempleo, que ya se puede tildar de crítico, y que conlleva una serie de problemas sociales más, los partidos han escrito ríos de propuestas, sin embargo pocos de nosotros nos hemos sentado verdaderamente a leerlas y compararlas entre ellas.
Pese a que en esta campaña el acceso a los planes de gobierno ha sido mayor que en años anteriores, aun así, muchos de nosotros nos hemos quedado esperando que nos digan por quién votar; ignorando parte de nuestro deber como ciudadanos responsables que elegirán en menos de 15 días a su representante.
Los espacios se han dado para que revisemos los planes, las candidaturas y los cuestionamientos conscientemente para emitir un voto informado y que corresponda al proyecto país que de soluciones verdaderas a esta situación y otras más que aquejan a nuestra querida Costa Rica.
No se vale quedarse con los chismes que circulan en redes sociales, las acusaciones que se hacen los partidos entre ellos, la bonita imagen que nos pintan las campañas ni mucho menos votar con el hígado o por “respeto” a las tradiciones familiares.
Si usted decide emitir un sufragio este 2 de febrero, hágalo a consciencia, como un ciudadano responsable, si no lo hace así, esperemos que no se queje después del Gobierno que escogió diciendo que creía que iba a ser otra cosa.
Si, por el contrario, usted decide que no irá a las urnas, por favor no llore por la decisión que los demás tomaron.
