La crueldad y lo poco que importa la humanidad

Editorial

Cada día vemos más gente agrediendo gente y nos importa un comino. Hace unos días criticaron a Francisco muchos jóvenes de la nueva ola o tendencia de que “vivan los animales”, porque el Papa dijo que las personas modernas no quieren hijos, prefieren a las mascotas y las trata como humanos.
Si analizamos lo fría que la humanidad se ha vuelto, vemos proyectos para dizque ayudar a la persona adulta mayor a que pueda viajar sin costo económico alguno en los autobuses y brincó la mayoría de empresarios autobuseros, pero luego, hace menos de un mes, un diputado propone una nueva iniciativa para andar animales en el bus y nadie dice nada. Es algo muy extraño, ¿verdad?
Tiran un gato desde un edificio en San José y los noticieros dan más de 20 minutos al gato, pero se cae una persona o la lanzan de un piso alto y no le dan ni dos minutos porque eso es incitar al suicidio. Raro, ¿cierto?
¿Será nuestra doble moral? Pobre el animal, pero salada la persona que pierde la vida.
Otro caso real aquí mismo en Costa Rica, una persona atropella ciclistas y la quieren quemar viva, porque eso es una barbaridad. Pero lo que acontece al revés está bueno: una persona quiere cruzar la calle y le tiran el carro porque no ve que el vehículo tiene prioridad y esto está bien. ¿Es eso correcto?
En esta semana cinco muchachos pasaron en bicicleta arrasando con los transeúntes en el bulevar de la avenida 4 de San José, sin importar edad ni sexo de las personas afectadas, y cuando un hombre les reclamó en el alto, ¿saben qué hicieron esos 5 sujetos al señor? Se bajaron de las bicicletas y lo golpearon todo hasta sacarle sangre. ¿Por qué? Hay que respetar a los ciclistas porque son la nueva ola y es carbono neutral, de lo que tanto rajan y se preocupan ahora. Y dónde queda el ser humano, ¿es una basura ahora?
Y todavía preguntan qué sucede. Simple, se olvidaron de los principios morales, el respeto al prójimo, ya no importa la educación. Esto no es la pandemia, señores, que nos tiene histéricos, es que nos hemos vuelto tan insensibles para unas cosas y para otras no importa sobre quién tengamos que pasar para lograr nuestros objetivos; es lastimoso ver todo esto, cada vez más natural, entre nosotros mismos.
Un día entra una pareja de un hombre y una mujer a un bar gay y todos vuelven a verlos como bichos raros y les incomoda que esa pareja heterosexual entrara al establecimiento de ellos. Señores, perdón nuevamente, por qué sí pueden entrar las parejas del mismo sexo a restaurantes de parejas heterogéneas y al revés no. ¿Somos o no somos todos iguales o las leyes son solo para un lado y no para todos?
Igual sucedió el año antepasado, cuando se le preguntó a la exministra de Justicia Marcia González en su despacho durante una reunión, que por qué en el desfile gay dejaban que ellos fueran casi desnudos en las calles, cuando eso es prohibido, y respondió que si queríamos que dijeran que en un gobierno PAC los arrestan por eso, aducirían que son homofóbicos. Perdón nuevamente, pero es prohibido para un cristiano, ¿por qué para ellos no? Si están rompiendo el orden social. ¿O también cuando la misma exministra de Justicia sacó a aquellas personas de la cárcel para que disfrutaran del mismo evento?
Otra ley hecha para los empresarios de autobuses fue el carril exclusivo y resulta que en las pistas usted ve a todos esos vehículos en cualquier carril y entonces para qué les dan uno propio si andan en todos. Pero preguntamos y dicen que la ley castiga al automóvil que use ese carril exclusivo, pero al autobús no si usa otro carril que no sea el exclusivo. Entonces, ¿sigue la cosa dispareja o no?
Aquí parece hace mucho tiempo que hay que tener consideración para todo lo que es nueva ola, o como les dicen también, para las corrientes progres, y el resto pasó de moda, como las arrugas, canas, etc. Ahora nadie se arruga, todos tienen cuadritos y las mujeres son 90-60-90. La vida perfecta no existe, la gente está equivocada y el respeto, el señorío, se ha perdido porque eso es ser viejo y obsoleto.
Aun así, siguen promoviendo proyectos para quitar las clases de religión de las aulas, ya los jóvenes ni se saben el Himno Nacional, porque ya ni las clases de cívica se dan como antes. Quitemos las pruebas de bachillerato porque el niño se frustra si no lo pasa. Perdón de nuevo. Por eso hay tanto suicidio juvenil, porque no toleran el fracaso en la vida, porque ahora si se quedan en un grado hay que pasarlos para que no se frustren, y no les hagan bullying. La vida no es fácil y en el primer problema en matrimonio o en el trabajo se divorcian o renuncian porque eso no es lo que ellos quieren.
Costa Rica está equivocada con ponerle alfombra roja a todo el mundo porque cada día tenemos menos profesionales competitivos y educados con el cuento de que pobrecitos.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Viernes 14 Enero, 2022

HORA: 12:00 AM