Cuando la plata es ajena qué fácil resulta gastarla

Editorial

Definitivamente cuando el dinero es ajeno da menos preocupación gastarlo, evidentemente, pues no hubo costo alguno en obtenerlo.
Eso es lo que le pasa a la ministra de Cultura, Sylvie Durán, quien tiene encima varios señalamientos públicos por despilfarro de recursos en la cartera que dirige, en medio de la crisis fiscal que enfrenta el país.
Esta actitud de estar tirando los billetes al aire y llorando a la vez por el recorte del presupuesto del año 2021 causa desconcierto y pone en evidencia que al menos en dicha cartera urge fiscalizar y controlar los gastos superfluos.
A continuación vamos a ver en detalle algunos aspectos que desconciertan.
Hace tan solo unos días DIARIO EXTRA alertó de la contratación y compra de un queque que cuesta cerca de ¢500.000 para festejar los aniversarios de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y la Compañía Lírica Nacional (CLN). Entre el gasto que se pretendía hacer estaba el de 2 queques principales y 340 cupcakes, los cuales se ofrecerían a los invitados a la actividad.
Justamente ayer El Diario del Pueblo dio a conocer que para seguir en la fiesta el Ministerio de Cultura, con el aval de la jerarca Durán y pasando por encima a la propuesta de control de gasto del gobierno, permitirá que el Centro Nacional de la Música (CNM) se gaste la nada despreciable suma de ¢17,5 millones en dichos aniversarios.
Específicamente se licitó un video de alta calidad por ¢3 millones, diseñador de videos por ¢1,5 millones, 3 servicios de cantantes para espectáculo de artes escénicas por ¢8,3 millones y solistas de invitados por ¢4,3 millones, a grandes rasgos, para el festejo.
Se sabe que incurrirán en más despilfarro para este evento, pero lo cierto es que ministerio adentro algunos funcionarios valientes denuncian estos gastos descarados y tienen que hacerlo amparados en el anonimato porque temen represalias de la jerarca.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica descubrió que Cultura también pretende gastar ¢251 millones en el Festival de Cine, en momentos que la pandemia por Covid-19 pega con más fuerza, cuando más de 1,5 millones de ticos están pobres y el desempleo es un flagelo que afecta a 500.000 costarricenses.
No se tiene el detalle de esta contratación, pero se sabe que hay desde servicios de video, invitaciones, comida y otros rubros que podrían estar posponiéndose debido a la emergencia nacional, pero que dicha cartera se empeña en forzar en nombre del arte nacional.
La ministra Durán sale a decir que si los diputados le recortan el presupuesto se podría hablar del cierre técnico de muchas dependencias y programas del ministerio, como el Teatro Nacional y el Teatro Popular Melico Salazar.
Además se afecta el CNM, Sistema Nacional de Educación Musical, Parque La Libertad, Sistema Nacional de Bibliotecas, Sistema Nacional de Radio y Televisión, Colegio de Costa Rica, Consejo de la Persona Joven, bandas y museos, lo cual demostraría ignorancia en el abordaje de este tipo de temas.
Ella advirtió que la reducción de más de ¢4.000 millones lesionaría “las oportunidades de nuestros niños y niñas, personas jóvenes, comunidades, trabajadores y emprendedores del sector en todo el país. El presupuesto se concibe como una inversión dinamizadora de la economía del país, de nuestro sector y de las comunidades”.
Cuando vemos estos lamentos pensamos, entonces si definitivamente el dinero de Cultura es fundamental para el desarrollo de todos estos programas en la sociedad, ¿por qué se empeñan en malgastarlo?
Si bien es cierto la OSN y la CLN son merecedoras de todos los reconocimientos y festejos, lo correcto es entender que en estos momentos no es viable ni solidario con la economía nacional incurrir en gastos.
Es como si en una familia el hijo pequeño cumpliera años, hay una alegría en la casa por hacerle una fiesta, pero se deben el alquiler, el agua, la luz, hay que comprar víveres y pagar los pasajes para ir al trabajo. Aun así se gastan el dinero en queque, globos, confeti, regalos e invitados.
El resultado es solo uno: un desequilibrio financiero, deudas a corto plazo que serán mayores en pocas semanas y en definitiva una irresponsabilidad.
El cumpleaños de estas emblemáticas instituciones debe esperar, hacer esos gastos es una negligencia y si la ministra Durán insiste en gastarse ese dinero, que no le pertenece y corresponde a todos los costarricenses, carece de ética y no podría venir a llorar por los pesos del presupuesto.
Los legisladores están obligados a tomar nota de estas inconsistencias y asegurar que los recursos destinados a esta cartera sean los justos para sus labores, ni un colón más para seguir en la fiesta.