¿Cuál es el rumbo del país?
Editorial
A veces nos preguntamos si cuando se conocen los resultados de las encuestas alguna de las personas que guían el rumbo del país se toma el tiempo de verlos, pero más importante que esto es ver cómo resuelven las inquietudes de los habitantes de este pequeño pero hermoso territorio.
Costa Rica parece haber sido olvidado en general por los jerarcas de este gobierno, a los cuales los problemas les pasan por delante y no es mucho lo que hacen por solucionarlos, por lo menos esa es la percepción que tenemos casi todos los ticos.
Al parecer los resultados de estos estudios solo importan a quienes los hacen y a los costarricenses que vemos cómo el rumbo aún no está muy claro. Eso es precisamente lo que más nos preocupa, pues todos esperábamos que con este gobierno hubiera un cambio, como el que nos ofrecieron hace unos tres años, sin embargo todo quedó en sueños y promesas.
Nos parece muy extraño que en lugar de ir mejorando la percepción que tenemos de esta administración más bien esta va para atrás, como el cangrejo, y al parecer nadie hace nada por revertir los resultados de los sondeos.
En esta oportunidad la encuesta que se aplicó a 2.200 personas revela que el 55% de los consultados tiene una percepción negativa de la labor del presidente Luis Guillermo Solís y tan solo el 17% piensa que está haciendo bien las cosas.
Lo más extraño de todo es que durante la campaña Solís con su aspecto bonachón y su lenguaje popular se ganó el corazón de los costarricenses como casi nadie lo había hecho, tanto así que la votación por él estuvo muy por encima del 40% que se necesita para ganar la Presidencia.
Entonces no entendemos en qué momento empezó a perder adeptos, pero sobre todo el rumbo del país. Los encuestados consideran que tal vez fue cuando el mandatario comenzó a salir de viaje y se inició la debacle del gobierno, pues los ticos afirman que el Presidente a veces parece no estar enterado de muchas de las cosas que pasan en nuestro país.
Tal vez es el momento de entender que es justo y necesario escuchar al pueblo, pues muchos lo que le reclaman es que nunca está aquí para resolver.
Es como cuando los papás pasan de viaje en viaje, entonces no hay quién tome decisiones, pero lo más importante, quién lleve las riendas de la casa. Eso mismo sentimos.
Lo que todos debemos tener claro es que las presas, la inseguridad y los otros tantos problemas de Tiquicia no se solucionan con una varita mágica y el mandatario aún no parece tener esos poderes.
A esto hay que sumarle que muchas de estas problemáticas no son de este gobierno sino que se arrastran desde hace muchos años.
Llegó el momento de que las autoridades se tomen en serio la tarea de gobernar y aporten soluciones porque no es posible que en todos los sondeos se mencionen los mismos problemas año con año.
Uno de ellos es el desempleo. Es innegable que este flagelo genera otros como la inseguridad, la entrada del narcotráfico y la corrupción, pues en la desesperación por llevar el sustento a su mesa muchas personas toman malas decisiones.
Ya es hora de que hagan un alto y determinen qué es lo que harán para darnos un aliento a los ticos, pues si seguimos así lo único que se va a propiciar es que decidamos no votar en las próximas elecciones, pues más de uno se siente defraudado.
Para nadie es un secreto que muchos costarricenses no la están pasando bien porque suben la gasolina, el agua y demás servicios, pero los salarios parecen estar estancados, por lo que es hora de ver algún avance para que se nos pase el descontento.
