Cosas Veredes

Continuamos hoy con “verdades” que no lo son tanto, o no lo son en absoluto.

“Las nubes están hechas de vapor de agua”: es cierto que un porcentaje importante de las nubes es vapor de agua, pero es lo mínimo. El vapor de agua es transparente, por lo que si las nubes estuvieran constituidas del mismo no podríamos verlas. Además, el vapor de agua sólo subsiste a temperaturas superiores a 100 grados centígrados, lo cual es incompatible con las bajas temperaturas que suelen presentarse a las alturas en que se mueven las nubes. Lo que uno ve e identifica como “nube” son diminutas gotitas de condensación.

“Los peces respiran agua”: ningún ser viviente, que se sepa, respira agua. Lo que los seres acuáticos hacen es filtrar con sus branquias las moléculas de oxígeno disueltas en el agua, porque, al igual que nosotros… respiran eso, oxígeno. De hecho, los peces en aguas estancadas, que no son oxigenadas constantemente, terminan muriendo de asfixia… lo cual revela que de hecho, también pueden ahogarse en el agua.

“Las aves no se electrocutan cuando se posan en los cables de alta tensión porque no hacen contacto con otro cable o superficie”. Es en parte cierto; si el ave al posarse tuviera la mala fortuna de hacer contacto con el cable y otra superficie, la corriente sí que lo calcinaría, pues, por decirlo así, cerraría un circuito.

Pero lo cierto es que los pájaros posados en un cable sí que están siendo electrocutados, sólo que en voltajes minúsculos, imperceptibles para ellos. Lo que en realidad ocurre es que el flujo de electrones siempre preferirá el camino de menor resistencia, y puesto a “escoger”, la mayoría de los electrones recorrerá el camino directo del cable, en lugar de tener que batallar para pasar por las patas del pájaro, haciendo una especie de curva mientras recorre su cuerpo (que de todos modos es mal conductor), de modo que casi el 100% de la corriente eléctrica evade al afortunado animal.

“Sólo utilizamos un 10% de nuestra capacidad cerebral”: Falso. Totalmente falso. No se sabe bien de dónde surgió esa falacia, pero sospecho que, como suele ocurrir en estos casos, se trata de una tergiversación de algún aserto posiblemente válido, pero que poco tiene que ver con que no hemos aprovechado todas nuestras potencialidades mentales, como se pretende. En realidad, si bien en ningún momento ocupamos todas las neuronas cerebrales (siempre habrá algunas que en ese instante no estén “encendidas”) a lo largo del día todas ellas entran en funciones.

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Viernes 05 Diciembre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Ronny Ugarte