Diario Extra - Llorar: un calmante natural

Estudios realizados hallaron un producto químico en la saliva y en lágrimas, mediante el cual se concluye que llorar es una acción más eficaz que la morfina para combatir el dolor: se trata de la opiomorfina.
Probada en ratones, con un solo miligramo por kilo se logró el mismo efecto que con seis de morfina.
La opiomorfina evita que las endorfinas del sistema nervioso que actúan como analgésicos se destruyan.
Aunque nadie quiere llorar, es importante tener en cuenta que derramar lágrimas no resulta perjudicial; al contrario, se torna beneficioso para la salud mental y física.
Gracias a esto, se liberan las hormonas del bienestar que ayudan a disminuir los niveles altos de angustia y que actúan como un calmante natural de las emociones intensas.
Después del llanto, se entra en un estado de cierta relajación.
Después de todo, en algunas ocasiones no queda otro remedio, pero llorar es bueno.
O, dicho de otro modo, reprimir el llanto no favorece la salud.
Aunque llorar sea una respuesta del cuerpo revestida de lo emocional, en realidad la razón por la cual lloramos es biológica.
Después de llorar queda una sensación de bienestar.
Con ello se limpia el lagrimal, se consigue una adecuada hidratación del ojo y se liberan hormonas del bienestar.
El estrés conduce a una sobrecarga de estas últimas y, al llorar, se eliminan provocando los mismos efectos que los analgésicos opiáceos.
Estas sustancias operan en multitud de procesos, como la oxitocina, que libera la madre cuando está cerca del hijo y le aporta sensación de calma.
Del mismo modo, después de haber llorado mucho, queda una sensación de bienestar por la liberación de estas sustancias, por esto también es beneficioso.

EL ALIVIO DE LAS LÁGRIMAS

El detonante del llanto son alteraciones del ánimo de intensidad elevada, sobre todo negativas, como pensamientos dañinos, malas noticias, tristeza o rabia, aunque también las emociones positivas, como una alegría muy intensa.
Otra causa del llanto es la empatía. Ante todos esos disparadores, los expertos no lo dudan: el principal beneficio de llorar es su efecto como calmante natural.
Permite reducir la intensidad de las emociones fuertes y trabajar con ellas para solucionar problemas.
A medida que las lágrimas resbalan por las mejillas, disminuye el nivel de angustia. Poco a poco la persona se relaja, se calma, se reduce la carga emocional y aumenta la lucidez para trabajar desde una parte más racional.
El afectado consigue que esas emociones intensas se hagan más pequeñas y manejables.