¿Y los logros de Carlos Alvarado?
EDITORIAL
Tras escuchar por dos horas exactas el informe de labores del gobierno del presidente Carlos Alvarado, no queda más que cuestionarse: ¿y los logros?
El mandatario reconoció que su gestión estuvo enfocada en aprobar el paquete fiscal y evidencia que lo demás se quedó en un completo limbo.
Frente a diputados e invitados especiales, Alvarado hizo lo que se puede catalogar como un “refresh” de su plan de gobierno, pues se enfocó más en decir qué hará y qué desearía, que en rendir cuentas.
Si su nombre lo dice: “informe de labores del primer año de gestión”, entonces el señor tuvo que haber presentado detalladamente los avances en todas las materias que competen al estado político, económico y social del país, en vez de limitarse a enumerar uno que otro resultado para luego lanzar un abundante pliego de desafíos y peticiones.
Era un informe de labores, insistimos, no una carta al Niño Dios. El ejemplo más claro, y aparte el colmo de los colmos: le dan tres meses a la ministra de Economía, Victoria Hernández, con el fin de que presente a la Presidencia un plan estratégico para reactivar la economía, esto dicho por el propio Carlos Alvarado.
Atención, porque vienen las preguntas del millón de dólares: ¿cómo la reactivación económica se convirtió en prioridad hasta un año después de iniciada la gestión? ¿Qué le habrá pedido el mandatario a la ministra Hernández cuando la nombró, si no fue reactivación de la economía? ¿Habrá que esperar tres meses más, o casi un cuarto del tiempo de la gestión, para ver el bendito plan estratégico que debió tenerse desde el día 1?
Resulta inaudito que el Gobierno salga ahora diciendo que acaba de pedir a los jerarcas institucionales planes, ideas para desarrollar… eso es como admitir en el acto que durante este año no se hizo lo importante, lo contundente.
Con sobrada razón las cámaras empresariales están que caen en cruz, pues el país lleva un año sumido en una profunda discusión sobre la crisis fiscal y sus graves consecuencias, como la desaceleración de la economía, y por ende el desempleo, que crece como la espuma, ¿y hasta ahora don Carlos pide un plan estratégico?
No es compatible este enfoque del jefe de Estado con lo que está sucediendo en Costa Rica: se torna muy fácil hacer diagnósticos, este país se volvió campeón en eso, y algunos profesionales en obtener ganancias de ello, pero se ha demostrado una real incapacidad para resolver… o al menos eso parece tras estos 12 meses de la presente Administración.
Que se fueron en lograr el paquetazo fiscal… es entendible que muchas entidades participaran en este proceso, pero aparejado con ese que, dijo Carlos Alvarado, era su logro, debieron venir otras medidas para implementar. No es tiempo de ponerse apenas a planificar.
Eso sería como si alguien sacara dinero para comprarse un auto y luego hiciera un presupuesto para ver si le alcanza la plata para comprar la gasolina. ¡Si de antemano se sabe que sin combustible no podrá echarse a andar el vehículo!
Aparejado a esos famosos impuestos tuvo que existir, sin necesidad de ser experto en el tema, un plan serio, concreto y directo de reactivación económica. Se encuentra entre las promesas de gobierno.
Parece que la Administración le diera la razón al diputado Jonathan Prendas, quien afirma que este Gobierno parece ser de un solo sentido y no puede abordar muchos temas relevantes a la vez.
Pero eso de pedirle a los jerarcas institucionales planes no se limitó al área de la economía, le dio el mismo plazo de tres meses a Román Macaya para que se enfoque en las filas de la Caja Costarricense de Seguro Social, la mora y un plan de abordaje para adultos mayores… De nuevo, si esas no eran prioridades durante los primeros 12 meses, ¿qué estaban haciendo?
La respuesta parece inverosímil: estaban, como el avestruz, de cabeza metidos en el tema de los impuestos… Si fuera que el país va a comer con esos dineros, los cuales están más que comprometidos, vaya con Dios, pero mientras estaban abrazándose tras la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, se les olvidó que la gente debe vivir, que las familias necesitan un trabajo para comprar comida, vestido, hacer frente a temas de salud y educación.
Don Carlos, como buen escritor, centró parte de su discurso de 43 páginas en hacernos soñar con la Costa Rica que todos queremos, pero jamás dijo el cómo. Si bien lleva apenas un año de Administración, la campaña para las elecciones municipales ya está en vigencia y el otro año comienza la puja por los comicios nacionales.
Centrarse también en pedirle a los diputados una larga lista de 21 proyectos es un tópico más, debe el Ejecutivo enfocarse en trabajar, trabajar y trabajar (recuerdan), no solo en pedirle a los demás que hagan.
¿Y qué están haciendo sus ministros? ¿No le dieron la lista de resultados o es que el gobernante creyó que estaba de más darlos a conocer al pueblo que representa?
Señor presidente, estaría muy bien conocer de mejor manera sobre el trabajo realizado, más allá del lobby político de la reforma fiscal, en el país hay muchos temas importantes como para obviarlos.
No dudamos que usted se muestra optimista de cara a la Costa Rica del futuro, pero “hay que ver para creer”, y eso faltó en su discurso: evidencia inequívoca y creíble del progreso que, tanto alardea, está brindando su gestión al país.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Sábado 04 Mayo, 2019
HORA: 12:00 AM
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