Los oficiales penitenciarios del país recibieron la noticia del aumento salarial dado por el mandatario Carlos Alvarado con sentimientos encontrados, pues para ellos es importante que se mejoren las condiciones socioeconómicas de todos los cuerpos policiales, pero el incremento les no aplicará.
Esto significa una debilidad en la equiparación de las condiciones de todos los cuerpos policiales que cumplen una función estratégica en la seguridad nacional.
Un delegado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y quien es policía penitenciario conversó con DIARIO EXTRA sobre las condiciones a las que se exponen, pues en promedio cada efectivo debe cuidar a 150 privados de libertad.
Es decir, existe muy poco personal para una sobrepoblación de reclusos.
Incluso la falta de personal se denota en que hay policías que acumulan hasta cuatro periodos de vacaciones, lo cual lleva a problemas de salud ocupacional.
“Nosotros estamos negociando una convención colectiva, todo está encaminado, ya el Ministerio de Trabajo lo había visto, todo iba por buen camino, pero cuando llegó al Ministerio de Justicia alegan que nosotros no podemos negociar una convención colectiva porque pertenecemos a la Fuerza Pública. Pero ahora que hay aumento nosotros no pertenecemos a la Fuerza Pública.
Tenemos compañeros que tienen hasta siete periodos de vacaciones acumuladas y no buscan solución, sino que solo dicen no hay gente”, indicó.
A esto se le suman los problemas en la infraestructura carcelaria, como fortines en mal estado, sin servicios sanitarios y/o sin agua potable.
Añadió que no les brindan una alimentación adecuada y conforme a la prestación del servicio.
Otro punto en contra es la poca capacitación que dan a los penitenciarios.
Según narró nuestra fuente ellos no cuentan con programas para prepararlos técnica, física y mentalmente para las agresiones físicas y verbales que reciben con frecuencia.
Tampoco los actualizan en cuanto a mejora de perfil delincuencial de los grupos criminales organizados, lo cual les permite a las bandas seguir operando aunque estén en prisión.
“Ahí es un curso cada tres años y como en todo trabajo van los hijos de papi, el resto no va”, explicó.
Ante estas y otras irregularidades los penitenciarios solicitan un análisis para que se les realice también el incremento salarial.
PERIODISTA: Sharon Cascante Lizano
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Viernes 13 Diciembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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