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Opinión

La pederastia no es obra de ningún demonio

Lic. Manuel Chaves Quirós*

El documento Exhort. ap. Gaudete et exsultate 165, mediante el cual el Papa Francisco hace un “mea culpa” de la Iglesia Católica sobre los anteriores y recientes casos de pederastia por parte de sacerdotes católicos, más que llenar de tranquilidad muestran el poco conocimiento (¿será?) que tiene la Iglesia Católica sobre el tema del abuso sexual y además deja muy claro los mitos que posee esa institución en cuanto a tratar de interpretar las causas de esta clase de delito.

El abuso sexual no es un acto de satisfacción sexual netamente dicho, es un ejercicio de poder en donde una persona víctima es vulnerable ante un victimario que engaña, acosa y abusa.

Un pederasta utiliza el poder y la habilidad que tiene para ejercerlo de una forma muy sutil. Puede mostrarse como una persona comprensiva, cariñosa, generosa y empática, incluso jugar o charlar con un niño como uno más.

Contrario a lo que mucha gente sigue creyendo, el abusador no es aquella figura del “sátiro” con la que crecimos muchas generaciones. Las investigaciones nos señalan que más del 80% de los abusos son perpetrados por personas muy cercanas al menor de edad, algún familiar cercano o persona en la cual existe un grado importante de confianza. 

Existen infinidad de estadísticas que nos muestran la crudeza de una experiencia de abuso en la infancia. En la región de Cataluña (España), por ejemplo, se ha encontrado que una de cada tres mujeres que reciben atención de psicoterapia ha sufrido algún tipo de abuso sexual en la infancia, un 32,4% ha sufrido tocamientos sin consentimiento, un 16,5% han sido obligadas a tocar a alguien sexualmente, un 16,7% ha sufrido intento de penetración sin su consentimiento y un 9,6% han sido penetradas sin su consentimiento

La pederastia está muy ligada a determinadas instituciones tradicionales y patriarcales como la(s) iglesia(s) o la familia, instituciones que han sido base en la construcción de la sociedad a lo largo de mucho tiempo. Al sistema le cuesta reconocer que el horror, la crueldad y la violencia pueden anidar en el interior de esas instituciones. Si se trata de sacerdotes, ya lo hemos visto, el poder eclesiástico les protege; los muchos padres, tíos o abuelos que son violadores de sus propias hijas o sobrinas son escondidos y las penas son bajas. (Por cierto, que las menores violadas y embarazadas por su padre, su tío, su abuelo… ¿a quién tienen que pedir permiso para abortar?).

El peor error que ha cometido la Iglesia no es el haber actuado con contundencia, que de hecho no ha sido así, más bien ha tratado sistemáticamente de dejar que las cosas no sucedan. Su peor error ha sido esconder los casos que ya conocían y que si no es por las investigaciones que han salido a la luz por parte de importantes diarios, jamás nos hubiésemos enterado.

Ningún pederasta, sea sacerdote, un padre, un tío, un profesor, etc, es “un ángel de luz al cual se le metió el demonio”, como erróneamente intenta suavizarlo el Papa Francisco. Señalar, entre líneas, que los casos de pederastia cometidos por sacerdotes son obra de "Satanás" me parece incorrecto y acentúa la idea de que el pederasta no actuó por sí mismo. Un pederasta es un abusador que sabe lo que hace y que engaña. 

Un pederasta es alguien en quien se tenía depositada una cuota de confianza y hasta de cariño que decidió, en pleno uso de sus facultades y poder con respecto a la víctima, abusar de ella. Es una persona que comete un delito y que debe ser juzgada por ello.

Por favor, proteja a sus hijos e hijas. Explíqueles que absolutamente nadie tiene pedirles hacer cualquier cosa con algún tipo de connotación sexual, que nadie para expresarle cariño o afecto tiene que tocarlo en cualquier parte de su cuerpo o tocar el cuerpo de la otra persona.

Enséñele que él o ella son dueños de sus cuerpos y no deben de permitir una invasión a su espacio personal.

Los verdaderos “ángeles” son ellos mismos y ningún “ángel” debe ser violentado.

 

*Orientador

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 05 Noviembre, 2018

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lic. Manuel Chaves Quirós*

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