Pese a la crisis fiscal que advierte todos los días el Gobierno y la urgencia de más impuestos que deberán costear todos los costarricenses, Epsy Campbell, canciller de la República, decidió seguirle pagando el alquiler al embajador de Costa Rica en Estados Unidos, Fernando Llorca.
Si bien esa práctica data hace más de 2 décadas, está en las manos de cada jerarca decidir si continúa financiado ese privilegio, que a la fecha ningún otro embajador recibe por parte del Gobierno.
En total, la Cancillería pagará por mes $7 mil (¢4 millones) por la casa que ocupa Llorca en Washington. Ese privilegio es aparte de su salario.
En la Casa Amarilla se basan en un criterio emitido por la Contraloría General de la República del 2007 para continuar justificando ese beneficio.
“En este criterio, el ente contralor confirma la competencia del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para realizar este tipo de contrataciones en el exterior”, afirmaron.
El otro argumento es la discrecionalidad. “Por otra parte se justifica este pago tomando en consideración la discrecionalidad de la institución para otorgar estos beneficios a los jefes de Misiones Diplomáticas, en donde se determine el interés de mantener los más altos estándares de representación posible, según los cometidos señalados por el artículo 1 de la Ley Orgánica de este Ministerio, facilitando al embajador las condiciones propicias para que desempeñe sus altas y complejas responsabilidades encomendadas”.
CONTINÚA POLÍTICA
DE EXCANCILLER
La decisión de mantener el pago del alquiler del embajador de Costa Rica en Estados Unidos reafirma la postura de Campbell de continuar algunas políticas de su antecesor, Manuel González.
Bajo la batuta del excanciller González, el Ministerio de Relaciones Exteriores le pagó la casa a Román Macaya, exembajador de Costa Rica en Estados Unidos.
Macaya recibía un salario cercano a los ¢5,4 millones al mes, que aunado al alquiler el monto subía a ¢9,4 millones.
Llama la atención que además de haber coincidido con este beneficio, Macaya ocupa actualmente el cargo que dejó Llorca antes de ser designado en Estados Unidos: presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social. En otras palabras, intercambiaron las sillas.
Pese a este criticado intercambio de puestos y de otros nombramientos políticos en la Cancillería, Carlos Alvarado, presidente de la República, había defendido las designaciones en la Casa Amarilla.
El jefe de Estado había asegurado que, en el caso de Macaya y Llorca, al haber intercambiado posiciones, la colaboración entre ambos para ponerse al día en sus nuevas funciones resultó positiva.
Cabe señalar que el privilegio que recibe Llorca respecto al alquiler se da pese a que, por ejemplo, la Cancillería no asume ese gasto por la embajadora de Costa Rica ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Rita Hernández, aunque ambos trabajan en el distrito de Columbia, Washington, ya que ambas misiones están ubicadas en el mismo edificio, que fue reconstruido en 1990 tras un voraz incendio en 1985.
PERIODISTA: Marco Antonio González
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Lunes 01 Octubre, 2018
HORA: 12:00 AM
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